El autoproclamado "presidente encargado" de Venezuela, Juan Guaidó, prometió "liberar" a políticos procesados por la justicia de ese país caribeño, a los cuales la oposición denomina "presos políticos".
El anuncio lo hizo frente a sus partidarios que marchan este miércoles en Caracas contra el presidente constitucional Nicolás Maduro, justo un día después de llamar a un golpe de Estado denunciado por Caracas como un plan orquestado por la Administración de Donald Trump.
"Juan Requesens, Gilber Caro, Iván Simonovis", mencionó el diputado opositor en alusión a las personas que "liberaría" como parte de lo que denomina como 'Operación Libertad', un plan para deponer al Gobierno, que cuenta con el apoyo de Washington.
Requesens fue detenido señalado de ser cómplice en el fallido atentado contra Maduro, ocurrido en agosto de 2018. En un video presentado por el Ministerio de Comunicación e Información, el diputado admitió su participación en el plan de magnicidio.
Por su parte, el excomisario Simonovis fue condenado en 2009 a 30 años de cárcel por delitos de "complicidad necesaria en la ejecución de homicidio calificado consumado" en las muertes de manifestantes oficialistas que se produjeron en medio del fallido golpe de abril de 2002.
En tanto, el partido opositor Voluntad Popular sostiene que uno de sus militantes, el parlamentario Gilber Caro, fue detenido hace días, sin embargo las autoridades no han confirmado ni negado esa versión.
"Vamos a seguir liberando a los presos políticos", expresó Guaidó después que este martes encabezó un operativo para sacar ilegalmente al activista opositor Leopoldo López de su arresto domiciliario, con respaldo de un grupo de militares y funcionarios de seguridad venezolanos.
Tras participar en el llamado a golpe de Estado en un distribuidor vial en Altamira, López, su mujer, Lilian Tintori, y su hija de 15 meses, se encuentran refugiados en la Embajada de España en Caracas tras abandonar la de Chile, según lo ha confirmado este miércoles el Ministerio español de Asuntos Exteriores.
En septiembre de 2015, López fue declarado culpable de los delitos de instigación pública, asociación para delinquir, y ocasionar daños e incendio durante hechos de violencia desatados tras una manifestación opositora en febrero de 2014, que dejó un saldo de 43 muertos.
El 8 de julio de 2017, el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela determinó que López debía cumplir su condena en prisión domiciliaria por "problemas de salud".
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