Las páginas de partidos, candidatos y otros grupos que quieran hacer anuncios electorales en Facebook deberán registrarse. La red social quiere así intentar evitar interferencias extranjeras y aumentar la transparencia de quien quiera influir con anuncios en las próximas elecciones en España y la Unión Europea. Desde este viernes, los interesados podrán empezar el proceso de autorización en una herramienta creada en 2018 y que la compañía ya ha usado en Estados Unidos, Reino Unido, Brasil, India y Ucrania.
Todos los anuncios se irán almacenando en un archivo público con datos sobre la página, dinero invertido, y número y perfil de la gente que lo ha visto. Ese archivo incluirá también los anuncios de Instagram, otra red de la compañía. Facebook bloqueará a partir del 15 de abril, ya en campaña, los anuncios de los partidos o grupos que no sigan este proceso. Los partidos tienen hasta el inicio de la campaña electoral para darse de alta en el sistema.
Facebook había anunciado esta medida para toda la Unión Europea de cara a las elecciones al Parlamento de Estrasburgo de mayo. En España el gobierno convocó por sorpresa los comicios del 28 de abril. La compañía dice que ha hecho un esfuerzo para ofrecer en España la herramienta completa antes de lo previsto. Así, miles de revisores de contenido de Facebook están recopilando estos días la lista de "miles de páginas" de los partidos y candidatos que se presentan a las elecciones a partir de una lista proporcionada por las autoridades.
"Hemos intentado tomar medidas especiales para tratar con la sorprendente convocatoria española. Esperemos que los partidos políticos empiecen a registrarse. Deberían hacerlo por su interés. Si eres un partido político serio querrás estar autorizado", advierte Richard Allan, vicepresidente de Soluciones para Políticas Públicas de Facebook, en una conferencia de prensa virtual desde Londres con un grupo de medios españoles, entre ellos EL PAÍS, para presentar la herramienta.
El esfuerzo de Facebook para España, según Allan, no tiene precedentes: "Es un ejercicio especial que no hemos hecho antes. Intentaremos identificar todas las páginas de Facebook de los partidos y candidatos. Cuando tengamos esa lista, enviaremos un mensaje a todos sus administradores y les diremos que si quieren hacer anuncios deben pasar por este sistema", explica.
El esfuerzo de Facebook para España, según Allan, no tiene precedentes.
Facebook mandará estos mensajes de forma inminente para que cada administrador responda con un documento identificativo español y una autenticación por dos factores (contraseña más un código mandado al número de móvil, por ejemplo).
La intervención humana de Facebook para prevenir el fraude electoral termina en el esfuerzo para identificar a las páginas. A partir de ahí la detección de anuncios políticos se hará con otros dos métodos: uno, a partir de una base de datos con palabras clave de seis categorías (valores políticos, inmigración, seguridad, asuntos exteriores, economía y medio ambiente), y dos, por reportes de usuarios que vean anuncios presuntamente políticos sin haber sido registrados. Facebook revisará entonces el anuncio, decidirá si lo bloquea y, si es pertinente, obligará a la página a registrarse.
Facebook no revela las palabras clave concretas que usa y no confirma por ejemplo si los nombres de los candidatos forman parte de la base de datos.
¿Y las trampas?
¿Qué ocurre con actores misteriosos que quieran influir sin ser detectados? Con unos plazos tan cortos, hay métodos para ganar al sistema. En los últimos días antes de las elecciones, es posible imaginar a grupos no vinculados directamente con partidos que prueben con anuncios que apunten a los márgenes del sistema de detección para no ser bloqueados automáticamente. Y si son pillados por un reporte humano, el análisis y la reacción pueden llegar ya después del día de las elecciones.
Las variables para retar al sistema son tantas como profundo sea el presupuesto de quien quiera intentarlo. Facebook confía en que estas tácticas oscuras sean un riesgo demasiado grande para la imagen y la capacidad de hacer publicidad a través de las páginas políticas oficiales.: "Así elevamos el precio de cometer una ofensa electoral grave", dice Allan.
A pesar de todo este esfuerzo, desde Facebook admiten que el sistema no es impermeable. "Tratar de pillarlo todo es...", se detiene Allan buscando una palabra que no sea "imposible", y sigue: "Podemos tratar de ir a por la luna y no lograrlo. Hay una presión real de tiempo. Vais a tener más de lo que nunca habéis tenido", concluye ante el grupo de periodistas.
Elpais
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