Aunque los vehículos de combustión convencionales, tal y como los conocemos hoy en día, todavía tienen un largo futuro por delante, el proceso de transición hacia nuevas formas de movilidad se ha iniciado, y por lo tanto no hay que perder de vista las claves del éxito y las diferencias entre los vehículos de cuatro ruedas que se consolidan para suceder al automóvil actual que circula en nuestras carreteras.
Según Pedro Malla, director general de ALD Automotive, “el coche del futuro se moverá propulsado por electricidad o por hidrógeno, estará plenamente conectado, tal vez sea autónomo, pero seguro que será compartido”. La multinacional repasa las principales diferencias entre estos nuevos vehículos y analiza las claves del éxito de cada uno.
Coche conectado: Se trata de vehículos que tienen la posibilidad de interactuar con los elementos de su entorno. De esta forma, los conductores pueden conocer en tiempo real todas las incidencias del tráfico en su ruta, además de otros avisos y datos interesantes para la optimización del tiempo de conducción.
Clave del éxito: los vehículos conectados proporcionan una asistencia a la conducción que supone un paso previo a la autonomía completa del vehículo. Permiten al conductor una visión y una comunicación completas con todo lo que rodea al vehículo y a su ruta a través de redes móviles, aplicaciones y sensores, y les ofrece una serie de servicios e inteligencia que hacen mucho más atractiva la conducción, además de más segura y eficiente. Además, la última tecnología 5G posibilitará la autogestión y la comunicación entre vehículos y otros agentes activos de la carretera sin retardos y en tiempo real.
Coche autónomo: Hace referencia a los vehículos que circulan sin necesidad de conductor y para que existan es necesario que el vehículo esté plenamente conectado.
Clave del éxito: Se posiciona como una de las opciones preferidas de cara al futuro porque no solo permitirá desplazarse a todo tipo de personas, desde niños o ancianos, a personas con alguna discapacidad, etc. sino que posibilitará hacerlo mientras aprovechan ese tiempo de desplazamiento para estudiar, trabajar o disfrutar del ocio en movimiento. Teniendo en cuenta que el tiempo es uno de los elementos más preciados por una sociedad que va cada día más rápido, es una de las opciones más atractivas, sin embargo, y aunque la conectividad de estos coches va a facilitar el tráfico, no va a solucionar el problema del número de vehículos en las carreteras.
Coche compartido: Se trata de un servicio que consiste en ofrecer una flota de vehículos privados a una serie de usuarios inscritos a una plataforma, de manera que puedan usarlos siempre que quieran, pagando en función de su uso. El carsharing ha llegado principalmente a los grandes núcleos urbanos para revolucionar el concepto de movilidad, ya que, va a reducir de forma considerable el número de vehículos que circulan diariamente por las calles.
Clave del éxito: Un vehículo compartido permanece en circulación prácticamente todo el día, a diferencia del coche en propiedad que está parado la mayor parte del tiempo. En efecto, disfrutan de él varias decenas de conductores diariamente que utilizan el coche solo cuando existe una necesidad real de movilidad, reservándolo y devolviéndolo en los lugares que les interesan, con la comodidad y practicidad que ello conlleva.
Coche eléctrico: Es una realidad en el mercado y, tras la fecha de caducidad de los combustibles tradicionales, se postula como una de las energías favoritas para mover los vehículos. A pesar de que las emisiones de fabricación son elevadas, esto se compensa con la ausencia de emisiones en circulación.
Clave del éxito: Por supuesto, la necesidad de respirar un aire más limpio y evitar la contaminación hacen que la energía eléctrica se postule como la sucesora de los combustibles tradicionales en la automoción. El principal problema, además de la falta de infraestructura y puntos de recarga en la actualidad, es la falta de litio para la fabricación de las baterías. No obstante, la evolución de la tecnología podría permitir suplir esta carencia en los próximos años.
Coche de hidrógeno: Frente a los problemas de fabricación que genera el vehículo eléctrico, son muchas las voces que afirman que el futuro de la movilidad pasa por el hidrógeno. Estos vehículos mezclan hidrógeno con oxígeno para propulsar el vehículo, un proceso que genera electricidad y agua; la electricidad se almacena en la batería y el agua se expulsa en forma de vapor por el tubo de escape… esto es precisamente lo único que emiten a la atmósfera.
Clave del éxito: Además de las cero emisiones, se trata de vehículos muy prácticos, pues se repostan de la misma manera que los combustibles tradicionales y tienen una autonomía muy amplia. No obstante, hace falta una buena infraestructura de puntos de repostaje para que este tipo de vehículos puedan popularizarse en el mercado.
Abc
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