Durante el vuelo el hombre se fijó en un punto brillante que se acercaba a su avión y cuando la distancia fue lo suficientemente corta, se dio cuenta de que se trataba de otro avión de pasajeros.
En el vídeo que grabó el hombre se puede ver como el segundo avión al final pasa volando por encima sin impactar. El propio autor del vídeo explicó que ninguno de los demás pasajeros se percató de lo ocurrido.
Es difícil juzgar por las imágenes qué distancia exacta había entre las naves y el peligro real al que fueron sometidas.
Al volar por encima de los 8.850 metros los aviones deben mantener una distancia vertical de 600 metros, aunque en ciertos espacios aéreos se permite una distancia de 300 metros.
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