Por ahora, el móvil solo está disponible para las empresas e instituciones rusas. Se venden solamente a las personas jurídicas, pues se usan dentro de una empresa, y no están disponibles para la venta a individuales.
Rostec no reveló las características técnicas del aparato, alegando se trata de información confidencial. Solo aclararon que funciona con un sistema operativo de tiempo real y de producción propia, con capacidades reducidas en comparación con los smartphones. La seguridad de las llamadas y mensajes es la prioridad del teléfono y todo los elementos que no son esenciales han sido descartado, reduciendo así las posibilidades de hackeo.
"El teléfono ya está en producción y es suministrado en serie por nuestra empresa Avtomatika. Se puede ordenar, el tiempo de producción dependerá de la cantidad de ejemplares encargados", dijeron en el consorcio.
El precio inicial oscila alrededor de los 85.000 rublos (unos 1.300 dólares).
El fabricante Avtomátika aseguró en declaraciones a Sputnik que los dueños de esos teléfonos "estarán absolutamente seguros" de la privacidad de sus llamadas.
La fabricación y la paulatina adopción de componentes digitales fabricados en Rusia por parte de las empresas e instituciones estatales han sido anunciadas por el Gobierno ruso como una de las prioridades en materia de seguridad.
El 25 de septiembre del 2018, el jefe del gabinete de ministros, Dmitri Medvedev, destacó que la producción de componentes electrónicos en Rusia aumentó un 21% el último año. No obstante, alertó que los índices generales de sustitución de componentes extranjeros en el sector estatal aún son peligrosamente altos.
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