Las caras humanas tienen la capacidad de configurar sus rasgos de miles y miles de maneras para transmitir emociones, pero sólo hay 35 de esas configuraciones que comunican lo mismo en las distintas zonas culturales del planeta, concluye un estudio realizado en la Universidad Estatal de Ohio, recientemente publicado en la revista IEEE Transactions on Affective Computing.

Un hallazgo sorprendente de la investigación es que las distintas emociones humanas se pueden transmitir con un número variable de expresiones faciales. Mientras que sólo hay una de ellas que exprese disgusto en todo el mundo, para la felicidad se pueden distinguir no menos de diecisiete maneras internacionales distintas.

Esto fue precioso descubrirlo, porque dice mucho de la complejidad de la felicidad, ha dicho al presentar el estudio uno de sus dos coautores, Aleix Martínez, científico cognitivo y profesor universitario de ingeniería eléctrica e informática en el centro mencionado del noreste de Estados Unidos.

Las diferencias en cómo el rostro humano transmite felicidad pueden ser tan sencillas como el tamaño de la sonrisa o de las arrugas que se forman en torno a los ojos, explica el informe sobre la investigación.

En esta se vio también que los seres humanos utilizan tres expresiones faciales diferenciables para manifestar miedo, cuatro para la sorpresa, cinco para la tristeza y otras cinco para la ira.

Para realizar el estudio se partió de 821 palabras inglesas que describen sentimientos, de las cuales se extrajeron equivalentes en español, chino mandarín, persa y ruso, y se rastreó Internet hasta obtener 7,2 millones de imágenes de expresiones faciales de distintas culturas —excluidas las africanas y las de “otras regiones remotas” por su escasa presencia en la red de redes—.

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