Una aplicación de Google podrá pronto alertar a sus usuarios acerca de cuáles restaurantes es mejor eludir para evitar riesgos de intoxicación. El gigante informático y la Universidad de Harvard han desarrollado conjuntamente un algoritmo que relaciona las búsquedas en materia de seguridad alimentaria con los sucesivos establecimientos que una persona visite.
El algoritmo es de aprendizaje automático y sabe distinguir las búsquedas en materia de alimentos y los trastornos gástricos. En un comunicado de la Escuela de Salud Pública de Harvard, difundido esta semana, se afirma que el programa es capaz de identificar a posibles infractores de las normas sanitarias "casi en tiempo real", según un coautor de este algoritmo.
Ante todo, la aplicación intercepta en las búsquedas por Google ciertos términos como 'espasmos estomacales' o 'diarrea'. A continuación acude, de forma anónima, al historial de localización de los teléfonos inteligentes de aquellos usuarios que hayan optado por conservar esa función. La información recabada se utiliza para determinar cuáles restaurantes visitaron recientemente los autores de esas búsquedas.
Para someter a prueba la eficacia del algoritmo, los investigadores suministraron a los servicios de inspección sanitaria (reales, no virtuales) una lista de restaurantes que presuntamente tenían problemas de seguridad alimentaria. No les precisaron cuáles habían sido identificados por el algoritmo y cuáles otros habían recibido quejas de los comensales.
Las pruebas se llevaron a cabo en Chicago y Las Vegas entre los años 2016 y 2017, y sus resultados fueron evaluados como positivos. Los investigadores estimaron que en ambas ciudades la tasa de restaurantes inseguros detectada por la inteligencia artificial fue del 52,3 %. En comparación, la tasa general de restaurantes con problemas sanitarios que fue establecida por las inspecciones rutinarias se ubicaba en 22,7 %.
El algoritmo, bautizado FINDER, "mejora la precisión de las inspecciones sanitarias", resumieron los autores a partir de aquella serie de pruebas. Los restaurantes identificados por vía digital como no confiables "tienen 3,1 veces más probabilidades de ser considerados inseguros" durante ese tipo de inspección que "los identificados por los métodos existentes".
La aplicación de Google también resultó más eficaz en tal detección que las quejas de los comensales, las cuales resultaron precisas solo en el 38 % de los casos. Los investigadores creen que la alta tasa de error en las quejas se debe a que las personas suelen relacionar su intoxicación con el último lugar donde comieron, lo que no siempre es cierto. Las enfermedades transmitidas por alimentos pueden demorar 48 horas o incluso más en volverse sintomáticas.
Los investigadores esperan que el algoritmo desarrollado no solo sea útil para los comensales, sino también para los servicios sanitarios y otras autoridades responsables de detectar focos de enfermedades transmitidas por alimentos. Eso les permitiría "priorizar mejor las inspecciones y realizar evaluaciones internas de seguridad alimentaria", según explicó el estudio de Harvard.
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