Según informó el domingo la cadena canadiense CBC, el Gobierno de Ottawa ha recibido a un total de 117 cascos blancos y a sus familiares, después de que estos se establecieran temporalmente en Jordania para su posterior traslado a una nación occidental.

En julio, ante el incesante avance del Ejército sirio en ciertos sectores del sur del país, controlados por los grupos terroristas, unos 800 cascos blancos fueron evacuados por el régimen de Israel desde Siria a los territorios palestinos ocupados, y de ahí al territorio jordano.

De acuerdo con CBC, este grupo de cascos blancos y sus familias llegaron “silenciosamente” la semana pasada a territorio canadiense y fueron reubicados en las provincias British Columbia (suroeste), Saskatchewan (centro), Ontario y Nova Scotia (sureste).

La información sale a la luz casi dos semanas después de que la ministra de Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, confirmara que su país había aceptado recibir a los cascos blancos sirios como “refugiados”.

James Le Mesurier, exagente del servicio de inteligencia británico MI5, creó a los cascos blancos en Turquía en 2013, y ha recibido desde entonces no menos de 55 millones de dólares de la diplomacia británica y 23 millones o más de la oficina estadounidense de Iniciativas de Transición, además de un número desconocido de millones de Catar.

La organización se presenta como una ONG humanitaria, pero tanto Damasco como Moscú acusan a este grupo de escenificar el presunto ataque con gas cloro y sarín del 7 de abril a Duma, cerca de Damasco (capital siria). El presidente sirio, Bashar al-Asad, los considera una “rama de Al-Qaeda y del Frente Al-Nusra”, y como una especie de “maniobra de relaciones públicas” de EE.UU., el Reino Unido y Francia.

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