“El frente de la libertad trabajará para un proyecto común para Europa en los próximos treinta años y también para proponer candidatos comunes para las posiciones importantes”, ha explicado Salvini. El italiano y la francesa ya han identificado sus “enemigos” a batir: en el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker; y el comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici. “Yo veo una comunidad que hace pocas cosas y las hace bien, como proteger las fronteras externas. Sobre el resto, que sean los propios países en base a su cultura en tomar las decisiones”, ha continuado el ministro ultraderechista.
Ministro de Interior italianoSu otro contrincante, además de la Comisión, será los socialdemócratas europeos, que aborrecen por sus tesis favorables a la inmigración. “La izquierda tiene un gran interés en una inmigración ilimitada porque necesitan nuevos esclavos para las industrias europeas”, ha asegurado Salvini. “Piensan sólo que un hombre es un útil, llega y como una máquina, lo ponemos a trabajar. Pero también llega con su cultura, con su religión, que a veces están muy alejados de nuestra sociedad”, ha coincidido la presidenta del Frente Nacional.
Ambos representantes han participado esta mañana en un debate titulado “Crecimiento económico y perspectivas sociales en una Europa de naciones” celebrado en la sede del sindicato UGL, toda una declaración de intenciones.
No es la primera vez que Salvini mantiene contactos con otros dirigentes de la ultraderecha europea para conjurarse para crear un frente unido que de la vuelta al Parlamento Europeo. Ya se encontró con el primer ministro húngaro, el halcón euroescéptico Viktor Orbán, y el viceprimer ministro austríaco, Heinz-Christian Strache, presidente del ultraderechista FPÖ. También se ha apuntado al movimiento creado por el supremacista Steve Bannon, exconsejero de Donald Trump en la Casa Blanca, que busca la conquista populista en Bruselas.
www.lavanguardia.com