La demandante, Inés Madrigal, espera que su caso ayude a abrir cientos de casos cerrados en todo el país.
"En este país no puede quedar impune que alguien jugara a ser Dios, cambiando la filiación, falsificando partidas de nacimiento, como es mi caso, y cercenando el derecho a conocer los orígenes", dijo al concluir el proceso a comienzos de septiembre.
Las partes conocerán la decisión del tribunal madrileño que juzgó el caso este lunes a las 11H00 (09H00 GMT), cuando han sido citadas ante la corte.
El fiscal pide una pena de 11 años de cárcel contra el exginecólogo Eduardo Vela, de 85 años de edad. Se le acusa de entregarle a Inés Pérez, una mujer estéril, una bebé que tiene ahora 49 años y se llama Inés Madrigal.
Los cargos que pesan en su contra son detención ilegal, suposición de parto y falsedad en documento oficial. Por estos mismos delitos, la fiscalía ha pedido también en su contra el pago de una indemnización de 350.000 euros, por privar a la denunciante de su "identidad biológica y social".
El doctor Vela trabajaba en la clínica San Ramón de Madrid, donde en junio de 1969 entregó a la denunciante, recién nacida, mediante un acta de nacimiento falsificada.
En la entrega de la niña hizo de mediador un sacerdote jesuita, que conocía a Inés Pérez, por entonces de 46 años, casada y estéril.
Inés Madrigal, empleada de ferrocarriles, no supo que era adoptada hasta que al cumplir la mayoría de edad su madre le confesó que no era su progenitora.
A pesar de sus esfuerzos, nunca llegó a saber nada del paradero y la identidad de sus padres biológicos.
Años después, se ha convertido en la primera demandante que logra llevar a juicio un caso semejante en España, donde entre 2.000 y 3.000 denuncias similares fueron archivadas por falta de pruebas o por prescripción de los hechos.
- Una práctica de décadas -
En un capítulo menos conocido de la dictadura franquista (1939-1975), estos niños, una vez nacidos, eran sustraídos a sus padres y declarados muertos, sin que se aportaran pruebas.
Eran entonces adoptados por parejas estériles, por lo general afectas al régimen franquista, y a menudo con la complicidad de la Iglesia católica.
Todo este tráfico perduró incluso en democracia, al menos hasta 1987, por razones económicas.
Durante el juicio, que se celebró en dos sesiones, el 26 de junio y el 4 de septiembre, se interrogó como testigo a la periodista francesa Emilie Helmbacher, del canal público France 2.
Durante una investigación en Madrid en diciembre de 2013, esta se reunió con el doctor Vela, y le extrajo la confesión de que "regaló" a Inés Madrigal a su madre en junio de 1969.
La reportera grabó al doctor Vela y a su mujer con una cámara oculta, ante la que el exginecólogo dejó entender que él había entregado la niña, y que la madre de Inés Madrigal, Inés Pérez, "no pagó" por ella.
También en el juicio, el doctor dijo que no recordaba haber firmado el expediente médico falsificado de Inés Madrigal, tras haber dicho lo contrario durante la instrucción. "Eso no es mío", afirmó ante el tribunal el exginecólogo, que se desplaza en silla de ruedas.
AFP
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