Merkel llegó el miércoles por la noche a Israel, una semana después de que Netanyahu acusara abruptamente a los europeos de complacencia con Irán por sus esfuerzos para salvar el acuerdo sobre el programa nuclear iraní.
"¿Acaso los dirigentes europeos no han aprendido nada de la historia? ¿Se despertarán algún día?", lanzó, invocando el recuerdo de la actitud europea frente al ascenso del nazismo.
Netanyahu ha aplaudido en varias ocasiones la denuncia del acuerdo efectuada por la administración de Trump. Pero Merkel defiende el acuerdo, pese a admitir que este no es perfecto.
La política del gobierno de Netanyahu respecto a los palestinos y la consecución de los planes de colonización son otro motivo de discordia.
Sin embargo, el viaje de Merkel prueba la voluntad de preservar, cuando no restaurar, la "relación especial" que, según Alemania, vincula a ese país con Israel tras el genocidio de seis millones de judíos.
Una relación que vivió una crisis abierta en 2017 cuando Netanyahu anuló una reunión con Sigmar Gabriel, el entonces ministro alemán de Relaciones Exteriores, porque este se había reunido con oenegés muy críticas con el gobierno del Estado hebreo.
- "Situación complicada" -
Berlín también canceló las consultas gubernamentales anuales, alegando oficialmente problemas de agenda. Pero, en la práctica, la decisión podría haberse debido a la adopción por parte de Israel de una ley procolonización y la exasperación ante el comportamiento del ejecutivo israelí.
Son precisamente esas consultas, en marcha desde hace una década, el motivo de la visita de Merkel.
"El hecho de que tengamos consultas gubernamentales en las que participarán muchos ministros muestra hasta qué punto las relaciones con el Estado de Israel son multiformes, estrechas y buenas", destacó Rainer Breul, portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores alemán.
Pese a la inminente entrada en vigor de las nuevas sanciones estadounidenses contra Irán o la delicada situación en el territorio palestino de la Franja de Gaza, en la reunión se hablará principalmente de economía, innovación, tecnología, refuerzo de los lazos y de lucha contra el antisemitismo, según Berlín.
"Por supuesto, también trataremos sobre la situación política complicada", declaró Merkel en su discurso semanal, prometiendo abordar el conflicto israelo-palestino y recalcando que Alemania sigue defendiendo la solución de los dos Estados.
No está prevista ninguna reunión con los palestinos, mientras que las perspectivas de una solución del conflicto están en su punto más bajo en años.
La suerte de la aldea beduina de Jan Al Ahmar, que Israel pretende demoler y que atrajo la atención de los europeos, parece estar en suspenso, después de que el ultimátum que Israel lanzó a los habitantes expirara el lunes.
La destrucción de esta comunidad de Cisjordania ocupada justo antes o durante la visita de Merkel podría tornarse en incidente diplomático, mientras que los europeos están pendientes del mensaje que la canciller pueda transmitir acerca del trato de esas minorías, de la colonización o de la solución de los dos Estados.
Los habitantes de Jan Al Ahmar cuentan con la intercesión de Merkel, y niños de esa aldea se manifestaron este miércoles con ese fin frente a la representación alemana en Cisjordania.
El antisemitismo también estará en el orden del día, en un contexto de resurgimiento de ese fenómeno en Alemania.
AFP
