Irak celebró sus elecciones parlamentarias el pasado 12 de mayo. Sin embargo, no fue hasta este 2 de octubre, día en que se vencía el plazo para designar al presidente del país, que el Parlamento decidió el nombre de quien será el próximo mandatario.
Se trata del político kurdo moderado, Barham Saleh, candidato del partido progresista Unión Patriótica del Kurdistán (PUK) quien, utilizó su primera orden en el cargo para designar al exvicepresidente Adel Abdelmahdi como primer ministro, con el objetivo de desbloquear la formación de Gobierno que el país ha mantenido desde los comicios.
Saleh, de 58 años, ganó con holgura la segunda ronda de votación en el Legislativo unicameral. El político kurdo recibió el apoyo de 219 congresistas frente a los 22 que obtuvo su contendiente, Fuad Husein, el candidato del conservador Partido Democrático del Kurdistán (PDK).
"Felicitamos (al pueblo iraquí) por la elección legal y constitucional de un presidente iraquí, así como a la asignación como presidente del Consejo de Ministros de Adel Abdel Mahdi por parte del presidente. Esperamos que haya un parlamento que represente a todo el pueblo iraquí, en todos sus espectros y componentes ", dijo Hassan Karim, primer vicepresidente del parlamento iraquí.
El cargo de presidente en Irak carece de poderes
Después de prestar juramento, el presidente electo declaró ante el Parlamento que está comprometido con "la unidad de Irak y su independencia" a la vez que expresó su satisfacción con el desbloqueo de la situación política: "El Parlamento pudo, en colaboración con el presidente de la Cámara y sus miembros, poner fin a un dilema político que estuvo a punto de llevar al país a lo desconocido", afirmó Saleh.
Saleh, ingeniero de profesión, se formó en universidades británicas y será el sucesor de también kurdo Fuad Masum, quien hace cuatro años lo venció en la votación del Parlamento para la designación del jefe de Estado, un cargo que prácticamente es de carácter representativo y que carece de amplios poderes en Irak.
El cargo de presidente en el país está reservado a la minoría étnica kurda en función de un acuerdo tácito alcanzado entre el PUK y el PDK tras el derrocamiento del dictador Sadam Husein en 2003. Tras el mismo pacto, se estableció que la jefatura de Gobierno, el cargo más importante, quedaría reservado a los chiítas.
Las negociaciones para formar Gobierno continúan abiertas
La elección del presidente ha generado tensiones entre los dos principales partidos kurdos. El líder kurdo Masud Barzani, del PDK, protestó hoy por el sistema de elección, que ha permitido que los tres presidentes de la era posterior a Sadam sean afiliados al PUK.
En un comunicado, Barzani, principal impulsor del anulado referendo independentista celebrado en septiembre de 2017 y que causó serias afectaciones económicas al kurdistán iraquí, reclamó que el presidente debería ser designado por el partido con más peso en el Parlamento kurdo.
Los principales partidos iraquíes no han logrado un consenso para formar gobierno después de las elecciones del 12 de mayo, que dieron como resultado un Parlamento muy fragmentado. De las coaliciones formadas, ninguna ha logrado todavía construir una mayoría absoluta, por lo que las negociaciones para formar un Ejecutivo continúan abiertas.
El clérigo Muqtada al Sadr, líder de la coalición más votada, ha propuesto la elección de un primer ministro independiente y de perfil tecnócrata.
EFE
Etiquetas: Iraq