"Torra alentando la violencia de los comandos separatistas que agreden, cortan carreteras y estaciones y asaltan edificios oficiales del Estado", escribió el presidente de la formación, Albert Rivera, en su cuenta de Twitter.
El presidente catalán agradeció poco antes en un discurso a los CDR por su papel en "apretar" al independentismo para la consecución de sus fines, defendiendo que estas organizaciones de tipo asambleario "hacen bien en apretar".
"¿Hasta cuándo va a seguir permitiendo la violación de derechos y humillación a todos los españoles sin aplicar el 155?", agregó Rivera dirigiéndose al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, y en referencia al artículo 155 de la Constitución Española, que permite al Ejecutivo central, previa autorización del Senado [cámara alta del Parlamento], intervenir una administración autonómica para restablecer la legalidad.
También la líder de la formación en Cataluña, Inés Arrimadas, comentó las declaraciones del presidente catalán.
"Que los comandos separatistas corten carreteras, ocupen edificios públicos y paralicen Cataluña es muy grave, que Torra les anime a seguir, intolerable, pero que el Gobierno de Sánchez siga mirando a otro lado es indignante, ¿a qué esperan para condenar esto y romper su acuerdo?", opinó Arrimadas en su cuenta de Twitter.
Arrimadas, cuya formación fue la más votada en las pasadas elecciones autonómicas del 21 de diciembre, también declaró a la cadena de televisión Antena 3 que "el separatismo siempre utiliza el 1-O para tapar otras barbaridades".
Para la líder de la oposición en Cataluña, el referéndum "fue un acto ilegal de confrontación hecho para los independentistas pero pagado por todos los catalanes."
Cataluña conmemora estos días el primer aniversario del referéndum unilateral de autodeterminación que tuvo lugar el 1 de octubre de 2017.
En la votación participaron 2,2 millones de personas, lo que supondría un 42% del censo, y un 90% optó por la opción independentista, lo que según el Gobierno catalán le otorgó el derecho de constituir un Estado independiente en forma de república.
El Gobierno central, en cambio, no reconoció la validez de ese referéndum que, además de haber sido ilegalizado por el Constitucional, según Madrid, no cumplió un mínimo de garantías procedimentales.
Un año después del referéndum, los partidos y las entidades soberanistas convocaron diversas manifestaciones y actos conmemorativos, entre otras cosas para reclamar la libertad de sus líderes encarcelados.
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