El pasado 26 de abril, Boracay quedó cerrada para el turismo por seis meses para las obras de limpieza y rehabilitación.
"Las fiestas en Boracay han terminado. Hay que acatar la ley, la servidumbre de paso de 25 metros", declaró Romulo-Payat, que ya había hecho la misma advertencia a las agencias de viajes británicas con las que colabora el Departamento de Turismo.
La ministra añadió que "uno podrá caminar por la arena blanca sin temor a quedar lastimado por una botella de cerveza rota".
El Reino Unido es la principal fuente de turistas europeos para Filipinas, con una previsión de entre 190.000 y 200.000 visitas anuales.
Para Romulo-Payat, no todo el mundo es dado a las fiestas salvajes al estilo de Ibiza.
"En Mallorca se orientan más a las familias. Han caído en la cuenta y ganan más", afirmó.
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