El hemiciclo adoptó en julio en primera lectura el proyecto de ley que elevaba progresivamente la edad de la jubilación ordinaria para los hombres de 60 a 65 años y la de las mujeres de 55 a 63 años.
Posteriormente los diputados avalaron las enmiendas que presentó el presidente del país, Vladímir Putin, para la segunda lectura de la ley de las jubilaciones.
Aprobada por unanimidad durante la segunda lectura, la propuesta del mandatario contempla aumentar la edad de jubilación para las mujeres a 60 y no hasta 63 años.
Además, la Duma Estatal de Rusia aprobó una ley que permite destinar todo el dinero confiscado a los corruptos al Fondo de Pensiones de Rusia.
El documento indica que a partir de 2019 todo el dinero confiscado por delitos de corrupción, así como el dinero de la venta de bienes confiscados, engrosará las arcas del Fondo de Pensiones.
De momento, resulta difícil predecir cuánto dinero se podrá recaudar cada año por decisión judicial después de condenar a funcionarios corruptos.
Sin embargo, la medida crea un precedente importante para que el dinero del soborno funcionarial finalmente sea destinado a resolver los problemas sociales, según expresó el parlamentario Andréi Isáev, del partido Rusia Unida, uno de los autores del proyecto.
Esos medios podrán ser empleados en pagar las jubilaciones y en resolver los problemas que plantea la nueva ley de pensiones.
Las otras propuestas del mandatario, entre ellas la de multar o condenar a la cárcel a aquellos que despidan a personas que se acercan a la edad de jubilación, se debatirán más tarde, y se harán los cambios pertinentes al código penal ruso.
Rusia es uno de los últimos países europeos que eleva la edad de jubilación, en el resto del continente el proceso empezó hace años.
Sputnik
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