La parte británica explicó su decisión, tomada al más alto nivel, haciendo referencia a una cláusula del Convenio Europeo sobre Asistencia Mutua en Asuntos Criminales de 1959, según la cual "la asistencia puede ser denegada si la parte requerida considera que la ejecución de la solicitud puede perjudicar la soberanía, la seguridad, el orden público u otros intereses esenciales".
"La posición de las autoridades británicas no permite llevar la investigación a su conclusión lógica ni en el marco jurídico británico ni en el ruso. (…) Al mismo tiempo, las acusaciones contra Rusia se utilizan para provocar sentimientos antirrusos en Gran Bretaña y para aislar a nuestro país en el ámbito internacional", escribió la misión diplomática rusa.
RT