A primera hora de esta madrugada, los rescatistas que buscan por quinto día consecutivo a posibles sobrevivientes recuperaron el cuerpo de la víctima más reciente, un niño de 12 años.
Por la mañana aún se daban por desaparecidas 43 personas, según Tribulano.
Una colina erosionada por fuertes precipitaciones se vino abajo en la madrugada del 20 de septiembre, sepultando más de veinte casas situadas cerca de la cantera.
Las autoridades habían recomendado evacuar el área dos semanas antes de la tragedia, después de que en el monte aparecieran las primeras fisuras, pero los residentes no les hicieron caso.
Después del derrumbamiento se ordenó el desalojo a un kilómetro a la redonda y unas 4.000 personas tuvieron que abandonar sus hogares.
El deslave de Naga ocurrió menos de una semana después de que el supertifón Mangkhut (Ompong), el más poderoso de los que embistieron Filipinas este año, causara al menos 95 muertos y decenas de heridos en la isla de Luzón.
El mayor número de víctimas se registró como resultado de un deslave en un campamento minero del municipio de Itogon, en la región de La Cordillera.