El coliseo madrileño ha sido claro en su veredicto, aclamando a los tenores Piotr Beczala (Fausto), a la soprano Marina Rebek (Marguerite), al barítono Luca Pisaroni (Mefistóteles), Stéphane Degout (Valentin) o Serena Malfi (Siébel), entre otros, mientras que los abucheos han puesto el broche final a la noche con la aparición del director y el resto de responsables de la parte escénica y musical.
Parte de los gritos de "fuera, fuera" eran fruto del descontento del público con una puesta en escena con aires de laboratorio y rectángulos que emergen y se contraen en el escenario, así como por el hecho de que el escénografo y diseñador de Vídeo, Alfons Flores, y el figurista Lluc Castells portaran lazos amarillos al término de la función.
Por el contrario, a la salida del Teatro Real, casi al filo de la medianoche, los reyes han sido despedidos entre aplausos y gritos de "Viva España" por más de un centenar de personas que o bien salían de ver la obra o que paseaban por las cercanías de la Plaza de Oriente y el Teatro Real.
Los reyes también fueron recibidos entre aplausos a su llegada al Teatro, donde han sido recibidos por la presidenta del Congreso, Ana Pastor, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo y el presidente del Teatro Real, Gregorio Marañón, entre otras autoridades. Precisamente, los monarcas volvían a presidir la apertura de temporada del coliseo madrileño tras su ausencia durante la temporada pasada por los acontecimientos en Cataluña.
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