La ONU pide que el ejército de Birmania se retire de la política

  18 Septiembre 2018    Leído: 800
La ONU pide que el ejército de Birmania se retire de la política

Un grupo de investigadores de la ONU pidió en un informe publicado este martes al gobierno de Birmania que saque al ejército de la política del país por su implicación en el "genocidio" de los musulmanes rohinyás.

El gobierno birmano "tiene que seguir el proceso para retirar a los militares de la vida política" impulsando la revisión de la Constitución en ese sentido, indica el informe.

A pesar de la llegada al gobierno en 2016 de la premio Nobel de la paz Aung San Suu Kyi, los militares siguen teniendo un papel clave en el sistema político de Birmania y controlan tres ministerios (Defensa, Interior y Fronteras).

Además supervisan la atribución de un cuarto de los escaños del Parlamento, lo que le permite bloquear cualquier enmienda constitucional que limite sus poderes.

Los investigadores de la ONU reclaman también la destitución de los jefes militares. Piden que el jefe de las Fuerzas Armadas, Min Aung Hlaing, y otros cinco uniformados de alto rango sean procesados por "genocidio", "crímenes contra la humanidad" y "crímenes de guerra".

Los investigadores recomiendan que el Consejo de Seguridad haga un llamado a la Corte Penal Internacional o que se establezca un tribunal internacional ad hoc. Piden asimismo sanciones contra los autores de los crímenes y un embargo a las armas.

La misión de la ONU, que no fue autorizada a entrar en Birmania, interrogó a más de 850 víctimas y testigos y utilizó imágenes satélite.

"Asesinatos", "desapariciones", "tortura", "violencias sexuales", "trabajo forzado", el informe detalle una larga lista de crímenes cometidos contra los rohinyás que constituyen "los crímenes más graves de acuerdo al derecho internacional".

También exhorta a que cesen "todas las operaciones militares (...) ilegales, inútiles o desproporcionadas, en particular cuando apuntan a civiles" y pide a las autoridades birmanas "no obstaculizar el regreso seguro y duradero" de la minoría rohinyá.

Más de 700.000 miembros de esta minoría huyeron en 2017 de Birmania y hallaron refugio en Bangladés.

Birmania y Bangladés firmaron a fines de 2017 un acuerdo para repatriar a los rohinyás, pero diez meses después el proceso no se inició. Los dos países se culpan mutuamente por ello. Los refugiados rohinyás se niegan a regresar hasta que no obtengan garantías de seguridad y que se garanticen sus derechos.

La ONU pide asimismo a las autoridades birmanas, en coordinación con la Cruz Roja y Bangladés, que identifiquen la cantidad de personas muertas o desaparecidas.

Las informaciones recopiladas por los investigadores sugieren que la estimación de 10.000 muertos, adelantada por Médicos Sin Fronteras, es "prudente".

La misión de la ONU pide también que sean liberados los dos periodistas de Reuters, Wa Lone y Kyaw Soe Oo, condenados a siete años de prisión por "vulnerar el secreto de Estado". Los reporteros investigaban la violencia cometida por los militares. Los investigadores también responsabilizan a Facebook y otras redes sociales por haber sido utilizadas como vector para propagar la propaganda de los militares birmanos durante la crisis.

Los investigadores de la ONU lamentaron a fines de agosto que la premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, no haya "utilizado su posición como jefa de gobierno, ni su autoridad moral, para impedir" la violencia.

Aung San Suu Kyi, muy criticada por su silencio en este caso, hasta el punto de ser calificada como "portavoz de los militares" por un alto responsable de la ONU, se mostró a mediados de septiembre estoica ante las acusaciones. Se contentó con indicar que los militares podrían haber "gestionado mejor" la crisis.

Sputnik


Etiquetas:


Noticias