"La noche del 15 de julio nuestro país fue sometido a una de las traiciones más despreciables, más imprudentes y más sangrientas de nuestra historia política", dijo el viernes el mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, durante un encuentro mantenido en Ankara, la capital de Turquía, con su homólogo kazajo, Nursultan Nazarbayev.
Para el presidente turco, el fallido golpe militar en Turquía reveló el "lado oscuro" del movimiento de Fethulá Gülen y sus "astutos planes".
La noche del 15 de julio nuestro país fue sometido a una de las traiciones más despreciables, más imprudentes y más sangrientas de nuestra historia política", dijo el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan
Turquía se encuentra desde el pasado 20 de julio en estado de emergencia, cinco días después de un golpe de Estado fallido, en el que un grupo de mandos militares anunció tener el control del país.
Para Ankara, el frustrado golpe, que acabó con la vida de 265 personas e hirió a 2197 más, fue un plan organizado por Gülen, mientras que este refuta firmemente cualquier participación en la asonada y advierte que la medida podría haber sido orquestada por el propio Gobierno turco para purgar a los opositores.
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