Los principales gremios que representan a los maestros en Argentina desarrollan una huelga durante este lunes y martes exigiendo mejoras en sus ingresos, tras rechazar las propuestas planteadas por el Gobierno, y que se reabran las discusiones salariales, anuladas por el Ejecutivo desde 2017.
La medida fue impulsada por la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), que nuclea a sindicatos de todo el país. En efecto, el paro de actividades se hace presente en las provincias de Tierra del Fuego, Chaco, Santa Cruz, Corrientes, Buenos Aires y la capital de esta nación sudamericana.
Así las cosas, mientras finalizan las vacaciones de invierno en el mundo estudiantil, muchos alumnos este lunes no volvieron a clases, a la vez que se dirime el conflicto. Por lo pronto, tanto en la provincia como en la ciudad de Buenos Aires, distritos donde gobierna la misma fuerza política del presidente Mauricio Macri, los maestros rechazaron el planteo oficial de aumentarles sus sueldos en un 15% anual.
Considerando los altos niveles de inflación en el ámbito interno, los docentes pretenden una suba del 30% y que se considere una 'clásula gatillo', es decir, que se dispare otro aumento en caso de cualquier eventualidad económica. Vale resaltar que Argentina se encuentra inmersa en una fuerte devaluación de su moneda con respecto al dólar, y ello repercute en la subida generalizada de precios en productos, bienes y servicios de consumo.
En ese sentido, también se pone el foco en el Fondo de Compensación Salarial, destinado a colaborar con aquellas provincias que presenten dificultades para afrontar el pago de sueldos dentro del ámbito educativo, pero según los gremialistas está dejando de cumplir sus funciones. Por otro lado, además de reclamos en materia de remuneración, también se exige destinar parte del presupuesto para áreas estructurales, como el plan Conectar Igualdad, que garantizaba el acceso a computadoras a los estudiantes de escuelas públicas. Sin embargo, según los voceros de los trabajadores, el Gobierno dejó de entregar laptops. Bajo este contexto, resta por ver si se extiende la medida de protesta o si se abren las negociaciones con los gobernadores.
"Hay una voluntad de lucha inquebrantable"
La provincia de Buenos Aires, al ser el distrito con más habitantes –más de 16 millones de personas–, suele ocupar el foco de atención cuando hay esta clase de reclamos. En ese marco, el dirigente del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA), Roberto Baradel, explica: "La respuesta de los docentes fue masiva, en la provincia alcanzó el 80%". Vale resaltar que su entidad cuenta con más de 100.000 afiliados, es decir que sus determinaciones tienen gran impacto en las escuelas del distrito bonaerense.
Mientras tanto, desde el Gobierno provincial se analiza la chance de aplicar una multa de 600 millones de pesos (22 millones de dólares) porque, sostienen, se estaría violando la conciliación obligatoria pactada en ese territorio, informó Clarín. Sin embargo, Baradel desmiente esta afirmación: "No violamos ninguna conciliación obligatoria, porque es una medida de carácter nacional".
En esa línea, sostiene que "hay una voluntad de lucha de los docentes inquebrantable, a pesar de las presiones, intimidaciones y actitud extorsiva del Gobierno para que esto no sea así". A su vez, se mantiene firme en la postura del reclamo, y reitera los pedidos concretos: "Aumento salarial acorde a la inflación y más inversión en educación para arreglar las escuelas que están en situación de abandono".
Además, plantea que "frente al aumento de la crisis que se está viviendo en Argentina, haya un aumento del 30% en los cupos de comedores escolares", y exige "que terminen con el ajuste que perjudica a la escuela pública". Para concluir, comenta: "Después del paro veremos si el Gobierno nos convoca. Queremos ir a un diálogo serio, pero con voluntad de negociación, no de imposición".
Leandro Lutzky
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