"Pensar en Islandia sin sus glaciares es como pensar en una cebra sin rayas: algo está perdido". Con tal claridad nos describe Helga Lif Karadottir, guía y guarda forestal en las Tierras Altas, la que se está convirtiendo en una preocupación real de los isleños. "Soy optimista y sigo pensando que el mundo puede unirse en ralentizar el proceso de cambio climático y preocuparse más por la Tierra y todas sus criaturas", aventura. Según la última encuesta oficial, se ha doblado el número de islandeses que son conscientes de ello.
De hecho, ya hace años que los científicos advierten al Gobierno local que en apenas dos siglos todos los glaciares quedarán al borde de la desaparición. Pero hasta la fecha no ha habido movimientos de ficha significativos. Durante este año se van a invertir unos 120.000 dólares en la redacción de un plan de acción para la lucha contra el cambio climático. El texto debería haber estado listo el año pasado pero la disolución del Ejecutivo lo truncó.
"Lo que el Gobierno, como buena parte del sector empresarial, plantea es un turismo que, hasta la fecha, es fuente de inestabilidad y, a medio plazo, insostenible". Esta es la posición reiterada por el medio de comunicación en español El Faro de Reikiavik. El planteamiento coincide con las principales organizaciones ecologistas. Arni Finnsson, portavoz de la Asociación para la Conservación de la Naturaleza en Islandia, añade: "el público está a la espera de políticas que aún no existen. Islandia tiene trabajo en estos temas de país, para tener la credibilidad de abogar por mejores políticas sobre el cambio climático".
Los glaciares ya se están fundiendo y cada vez nieva menos
Dieter es guía de montaña en Solheimajokull. Explica que cada semana han de cambiar las rutas porque se vuelven peligrosas por el deshielo. "El año pasado perdimos 20 metros de altitud en la superficie del glaciar. Es muy dramático".
Bogi conduce los autobuses hasta las cuevas de hielo y el glaciar de Langjokull. Durante el trayecto cuenta que los inviernos son atípicos, que cada vez hay menos nieve y eso traerá consecuencias. "Desde la erupción del [volcán] Eyjafjallajokul las cenizas permanecen mezcladas con el hielo y lo oscurecen. Eso atrapa más calor y acelera el derretimiento. También cambia el curso de los ríos".
El responsable del perfil Islandialove en la red fotográfica Instagram tiene fotos que permiten evidenciar esta evolución. "Es evidente que los glaciares se derriten más rápido. Como consecuencia hay más tormentas de arena los días de viento. Incluso parece que los volcanes bajo el hielo están despertando".
El antropólogo Víctor Navarro, que llegó a Islandia en 2016, dice no haber apreciado cambios significativos en ese tiempo. Sin embargo apunta que, según los locales, "en Fjardarheidi, la única carretera de montaña para acceder al pueblo, no tiene tanta nieve durante el invierno como antes".
Incluso el actor Kit Harrington se entristeció por los cambios en el paisaje islandés. Tras el rodaje de varios capítulos de la serie 'Juego de Tronos' describió la realidad que percibió: "Definitivamente, el invierno no ha llegado. Es extrañamente lo contrario. Fuimos a rodar en el glaciar donde Rose y yo grabamos hace cuatro años y se ha reducido. He visto el cambio climático y el calentamiento global con mis propios ojos y es terrorífico".
RT.actualidad
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