El búnker, construido durante la Administración Obama, fue recorrido por miembros del personal del presidente Trump el año pasado.
Kessler, un exreportero del Washington Post y autor de varios libros sobre el Servicio Secreto y la seguridad nacional, escribió que el refugio antinuclear es lo suficientemente grande como para albergar al personal de la Casa Blanca indefinidamente.
El proyecto comenzó a realizarse en 2010, oficialmente para mejorar el cableado eléctrico y el aire acondicionado de la Casa Blanca. No obstante, los periodistas siempre han sospechado que el proyecto de 376 millones de dólares involucraba la construcción de un búnker.
La Casa Blanca ya tenía un búnker, bajo el ala este, llamado Centro de Operaciones de Emergencia Presidencial, donde el vicepresidente Dick Cheney y otros altos cargos gubernamentales se escondieron durante los ataques terroristas del 11 de septiembre. Sin embargo, la nueva instalación es mucho más grande, asegura Kessler.
"El búnker tiene al menos cinco pisos de profundidad y su construcción terminó cerca del final del mandato de Obama. Puede albergar indefinidamente al personal de todo el Ala Oeste en caso de un ataque con armas de destrucción masiva", escribe Kessler.
El nuevo libro sobre el funcionamiento de la actual Casa Blanca también describe a Melania Trump como un miembro con mucha influencia tanto en la familia Trump como en su entorno político.
Kessler también afirma que la consejera de la Casa Blanca, Kellyanne Conway, es la "infiltrada número uno" en la Casa Blanca, y es por su culpa que hay tantas fugas sobre los asuntos internos del Gobierno.
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