Hay libertad para criticar. Pero esa libertad está siendo torpedeada a medida que los medios barajan la opción de que Buteflika no logre concluir su cuarto mandato, que expira en 2019. Este lunes un tribunal de Argel ha condenado a un bloguero a dos años de cárcel por criticar al presidente. Y el martes fue liberado un general en la reserva tras pasar nueve meses en prisión por criticar al hermano del presidente. Ahora, el Gobierno ha aprobado una ley que restringe la libertad de expresión de los militares en reserva.
Y a eso se añade el pulso que libra el clan Buteflika contra el hombre más rico del país, el empresario Issad Rebrab, de 71 años. Rebrab es dueño del diario Liberté. Y además compró en abril el periódico en árabe El Khabar, segundo más leído del país, y la televisión privada KBC, del mismo grupo. Mucho poder es ése en un país donde no está tan claro quién ostenta el poder. Así que el Gobierno denunció en junio a Rebrab por monopolio y un tribunal anuló este miércoles la compra. Previamente, otro tribunal dictó prisión condicional para el director de la cadena, el productor de un programa satírico y la funcionaria del Ministerio de Cultura que otorgó el permiso de rodaje al canal.
El citado artículo de TSA advertía: “Después del caos económico, Buteflika está llevando a Argelia hacia una dictadura que oculta su nombre”.
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