Suiza, el paraíso de los festivales veraniegos

Pero si pasamos a la clásica, el panorama quita el hipo. Fundado en 1938 por Arturo Toscanini como una respuesta de esperanza ante el ascenso de los fascismos en Europa, el festival de Lucerna es, junto al de Salzburgo, la mayor cita mundial para los amantes de la música culta. Los mejores solistas, orquestas y directores desfilan por el magnífico KKL, obra de Jean Nouvel. Aunque Suiza nos reserva también sorpresas melómanas en julio como el Festival de Verbier, considerado “el mayor festival clásico fuera de una gran ciudad”, o el Festival de Gstaad, fundado por el mítico violinista Yehudi Menuhin, quien pasaría los últimos años de su vida en esta idílica estación de esquí.
Cierran el panorama estival dos eventos cinéfilos. Se trata del Festival de Locarno, el segundo más antiguo de Europa, fundado en 1946. Con casi 70 años es reconocido como un festival con una fuerte querencia por el cine de autor y las apuestas más arriesgadas. En el otro extremo brilla cada vez con más fuerza el Festival de Cine de Zúrich. Más comercial, ambicioso y con fuertes recursos económicos, esta cita lucha por hacerse con el primer puesto para los amantes del cine.
Casi todos estos eventos forman parte de los Top Events of Switzerland, una plataforma creada por la oficina de turismo helvética con el objeto de dar a conocer sus grandes citas internacionales. Una plataforma que, sin duda, merece más de una visita.