El fragmento siguiente muestra cómo dos cazas estadounidenses F-15 alzan el vuelo para interceptar a dos Su-30 que supuestamente pertenecen a las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia y vuelan sobre "el espacio internacional cerca del Báltico" el 23 de noviembre de 2017. Otro fragmento, casi idéntico al previo, refleja un incidente similar que tuvo lugar el 13 de diciembre.
En ambos casos los protagonistas son los pilotos del Escuadrón 493 de cazas del grupo de las Fuerzas Aéreas acuartelado en la base Lakenheath, en el Reino Unido. La decisión de las FFAA estadounidenses de enviar sus cazas a la búsqueda de los Su-30 se debió a la falta de "los códigos apropiados requeridos por el control de tráfico aéreo" por parte de los aparatos rusos y "a la inexistencia de un plan de vuelo", se indica en la descripción del vídeo.
Los cazas forman parte de la misión de la OTAN llamada Patrulla Aérea del Báltico. En el vídeo se explica que la intercepción es un procedimiento habitual y estandarizado. EEUU participará en la misión de patrulla aérea hasta el 8 de enero de 2018.
Los aviones rusos también suelen interceptar a los de la OTAN y otros países cuando se acercan a sus fronteras. Así, por ejemplo, en noviembre de 2017, un caza ruso Su-30 interceptó a un avión espía estadounidense P-8A Poseidon en el mar Negro. De acuerdo con el Ministerio de Defensa de Rusia, un Su-30 se acercó al avión estadounidense y le indició con una señal que debía cambiar el rumbo dado que se acercaba a las fronteras rusas. El organismo también indicó que el P-8A Poseidon se negó a seguir las instrucciones del Su-30 y el piloto se vio obligado a pasar por encima del avión estadounidense y realizar maniobra, momento en el que el P-8ª cambió de rumbo.
Estos incidentes son bastante frecuentes, es decir, pueden suceder alrededor de cinco veces en una semana. El Ministerio de Defensa ruso ha subrayado en varias ocasiones que la aviación del país se ciñe en todos los casos al derecho internacional.
Sputnik
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