En la imagen se aprecia el estado de las manos del deportista británico "luego de pasar tanto tiempo dentro de guantes húmedos" y de soportar las inclemencias del clima polar. "Las ampollas no fueron un gran problema" agrega Gregory, "pero la humedad ha permeado completamente la piel".
"Todo alrededor es gris. Pareciera que no avanzamos apenas, nada cambia. Nunca he tenido tanto frío durante tanto tiempo", escribió el británico en una publicación anterior. El deportista relató cómo la humedad y el frío "se calaban a sus huesos" y comparó esa sensación con "agujas y alfileres en cada uno de sus dedos". Sus botas "se llenaban de agua helada" con cada ola que golpeaba la embarcación de costado.
A pesar del visible castigo que sufrieron sus manos, el remero dice estar feliz de participar en esta "asombrosa experiencia", aunque también admite que "no puede esperar" para estar de regreso en casa. Gregory comentó que, tras acabar este desafío, iba a "apreciar muchísimo más las cosas simples de la vida".
El deportista se embarcó en esta hazaña como parte de un equipo de 6 remeros, quienes iniciaron esta expedición benéfica el 20 de julio pasado.
El viaje, que comenzó en el norte de Noruega, cubre cerca de 1.000 kilómetros. Durante el transcurso de este, el grupo ha logrado establecer un total de 11 récords mundiales, incluyendo la latitud más boreal alcanzada en la historia de la navegación a remo.
RT.actualidad
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