Mosul: las víctimas de Daesh y las familias de los terroristas bajo el mismo techo
Al Madraj, es el mayor campo de refugiados en la zona de la ciudad de Al Qayiara, que alberga alrededor a 46.000 personas.
Además al sur de Mosul funciona el campo de refugiados Al Jadaa donde residen entre 4.000 y 7.000 personas.
El oficial Rayeed al Azari, de Al Madraj, contó que en los campos viven familiares de los terroristas y también esclavas de Daesh (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia) que lograron escapar de los extremistas.
"Cuentan que los combatientes las secuestraron y luego vendieron", dijo el militar.
Aseguró que los dirigentes del campo llevan a cabo el registro de sus residentes sin embargo no descartó que entre los residentes del campo se encuentren los propios terroristas bajo nombres falsos.
Conflictos
Al Azari reveló que semejante coexistencia no puede sino generar conflictos entre los residentes.
"Los combatientes de Daesh y sus familias hicieron daño a otras familias y los civiles quieren la verdad", indicó.
El militar subrayó que "es el mayor problema de los que tenemos ahora".
Para solucionarlo, dijo, en la mayoría de los casos, las familias de los terroristas se trasladan a otros refugiados.
Daesh
Al conversar con los residentes del campo, el corresponsal de esta agencia se enteró de ciertos aspectos de la vida de los terroristas
Sus familias contaron que combatientes ordinarios ganaban unos 60.000 dinares al mes que equivale a unos 50 dólares.
Revelaron que los terroristas podían mejorar su estado financiero casándose.
"Por cada esposa recibían 100.000 dinares adicionales", dijo una de las mujeres que vive en Al Madraj.
Varios familiares de los terroristas afirmaron no haber estado al tanto de que sus maridos, hijos o hermanos pertenecían a Daesh.
Una de las antiguas habitantes de Mosul dijo que cuando se casó en 2012 no sospechaba que sería la mujer de un terrorista.
"Nada delataba los rasgos de un miembro de Daesh", confesó.