La práctica fue detectada el año pasado en el marco de unas campañas de lucha contra la discriminación laboral que determinaron que dicha aerolínea española "marcaba una serie de criterios de selección de personal" que encargaba a una empresa externa llamada Randstad. En concreto, dicha compañía debía realizar entrevistas y exigía pruebas de embarazo a las mujeres, así como otros controles médicos para ambos sexos.
Por su parte, la aerolínea justificó la prueba afirmando que el único fin de la misma es "no asignar una tarea que ponga en riesgo el embarazo" y que nunca anuló el contrato de una azafata por estar embarazada.
Se trata de la primera sanción por infracción laboral muy grave por discriminación por sexo en las islas Baleares.
Rt.actualidad
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