Así lo afirmó el presidente Ilham Aliyev en una entrevista concedida a la televisión azerbaiyana.
El jefe de Estado lamentó que algunos círculos en Rusia prefirieran mantenerse en esta versión: “Una de las cosas que nos molestó y sorprendió fue el hecho de que las estructuras oficiales rusas plantearan la versión de una explosión de una bombona de gas. Es decir, mostró abiertamente que la parte rusa quiere ocultar el asunto, y esto, por supuesto, no honra a nadie”.
Tras subrayar que, por supuesto, el avión no fue derribado a propósito, el presidente afirmó que había que admitir la culpa, presentar las oportunas disculpas a Azerbaiyán, que se considera un país amigo, y llamar la atención de la opinión pública sobre este asunto-todo ello eran medidas y pasos que había que adoptar. Desgraciadamente, durante los tres primeros días no oímos de Rusia más que versiones delirantes, afirmó el jefe de Estado.
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