Al acto asistieron destacados especialistas en el campo de la arqueología, la historia del arte, la ecología y la historia.

La moderadora de la mesa redonda fue Natalia Zhukova, directora del centro de arte Nine Senses, que habló sobre el concepto de la exposición «Códigos de Gobustán».

Tarlan Manafov, chamán de Gobustán, señaló que Azerbaiyán posee un patrimonio cultural único. «El estudio minucioso de los artefactos antiguos de Gobustán nos permite comprender y sumergirnos en el pasado. A lo largo de la vida, el hombre se esfuerza por encontrar respuestas a preguntas sobre su origen y Dios, así como a otros temas existenciales. Las pinturas rupestres de Gobustán se consideraron una manifestación divina. Representan un verdadero milagro», añadió el chamán.

Por su parte, el presidente de la ONG «Hayajan», el experto en biodiversidad forestal Aliheydar Mammadov, ofreció una perspectiva única de las antiguas civilizaciones azerbaiyanas, analizándolas a través del prisma de las creencias sagradas, los mitos y las costumbres.

En su informe, el historiador local y responsable del grupo de iniciativa «Cazadores de Artefactos» Sabit Jojulu destacó la importancia de las tamgas (sello de carácter abstracto, utilizado por pueblos nómadas eurasiáticos y por determinadas culturas en su área de influencia) de Gobustán, la necesidad de su preservación, su inclusión en el registro de monumentos protegidos, así como su promoción a través de rutas turísticas.

Al final de la mesa redonda se respondió a las preguntas de los participantes.

A continuación tuvo lugar la presentación del diorama artístico «Gobustan-3029», creado por el talentoso fotógrafo y director Ilkin Zafarli. Esta obra única es una visión de Gobustán en un futuro lejano, en el año 3029. El diorama transporta al espectador a una realidad imaginaria, donde el territorio sacro aparece en una nueva dimensión, combinando mitología, modernidad y futurismo. El autor de la obra contó la historia de la creación de esta obra, qué le inspiró una investigación artística tan inusual, y reveló los significados secretos incrustados en los detalles de la miniatura.

A continuación se proyectó al público una película de Togrul Avshar, rodada en los pintorescos parajes de Gobustán, un lugar de gran poder en Azerbaiyán. Esta película explora en profundidad la conexión del artista con el espacio sagrado, mostrando cómo estar en un lugar de poder puede convertirse en una fuente de inspiración y convierte a una persona creativa en un conducto de gran energía. A través del prisma del arte, la película revela cómo la energía interior de un lugar cobra vida y se transmite al espectador, convirtiéndose en parte de una gran armonía cósmica.

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