En el llamamiento se destacó la importancia de tomar medidas urgentes y más efectivas para solucionar la crisis global provocada por el cambio climático.

“Mientras los líderes del G20 se dirigen a Río de Janeiro, el mundo está observando y espera señales claras de que la acción climática es un tema central para las mayores economías del mundo.

El G20 se creó para abordar problemas que ningún país, o grupo de países, puede abordar por sí solo. Sobre esta base, la crisis climática mundial debería ser el primer asunto a tratar en Río la próxima semana. Los efectos del cambio climático ya están haciendo trizas a las economías del G20, destruyendo vidas, afectando las cadenas de suministro y los precios de los alimentos y avivando la inflación. Una acción climática más audaz es una medida básica de autopreservación para todas las economías del G20. Sin una rápida reducción de las emisiones, ninguna economía del G20 se salvará de la masacre económica provocada por el cambio climático. Pero también hay una buena noticia, que empieza con la cifra de 2 billones: esa es la cantidad de dólares que se destinarán a energías limpias e infraestructuras tan sólo este año. El doble de lo que se ha destinado a los combustibles fósiles. Algunos países del G20 ya están sacando ventaja de este auge de las energías limpias, que crece a gran velocidad.

Impulsar la financiación mundial de la lucha contra el cambio climático es garantizar que todos los países puedan compartir los enormes beneficios de una acción climática más audaz: mayor crecimiento, más empleo, menos contaminación y energía más segura y asequible.Y garantizar que todos los países puedan crear resiliencia en sus partes de las cadenas de suministro mundiales.

Para avanzar en la financiación de la lucha contra el cambio climático a escala mundial es necesario actuar tanto dentro del proceso de la COP como fuera de él.

Aquí, en Bakú, los negociadores trabajan sin descanso en un nuevo objetivo de financiación climática. Queda mucho camino por recorrer, pero todos son muy conscientes de lo que está en juego, en el punto medio de la COP. El progreso de la financiación climática fuera de nuestro proceso es igualmente crucial, y el papel del G20 es crítico para la misión. La Cumbre de la próxima semana debe enviar señales globales muy claras.Que se disponga de más subvenciones y financiación en condiciones favorables.Que una mayor reforma de los bancos multilaterales de desarrollo es una prioridad absoluta, y los gobiernos del G20 -como sus accionistas y mandatarios- seguirán presionando para que se lleven a cabo más reformas. Que el alivio de la deuda sea una parte crucial de la solución, para que los países vulnerables no se vean incapacitados por los costes del servicio de la deuda misma que hacen casi imposibles implementar acciones climáticas más audaces: el foro del G20 debería avanzar en este sentido.Por último, en tiempos turbulentos y en un mundo fracturado, los líderes del G20 deben enviar un mensaje alto y claro que la cooperación internacional sigue siendo la mejor y única oportunidad que tiene la humanidad para sobrevivir al calentamiento global. No hay otro camino”, reza el mensaje.

Cabe señalar que la Cumbre de Líderes del G20 en Río de Janeiro se llevará a cabo los días 18 y 19 de noviembre.

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