En las reuniones se hizo hincapié en la importancia de la celebración de la Cumbre Mundial de Líderes Religiosos.
Se destacó el papel del diálogo interreligioso, el desarrollo de los valores nacionales-culturales y las tradiciones del multiculturalismo en la promoción de la agenda verde, un uso más eficaz del potencial de las religiones y creencias en la lucha contra el cambio climático.
Se subrayó que Azerbaiyán, históricamente un lugar de unidad de culturas y con ricas tradiciones de tolerancia, concede gran importancia al desarrollo del diálogo interreligioso y está comprometido con su promoción.
Se señaló que durante siglos en Azerbaiyán, representantes de diferentes grupos étnicos y religiones han vivido en paz como una familia unida.
Ali Asadov informó sobre las relaciones entre el Estado y la religión establecidas por el líder nacional Heydar Aliyev y afirmó que esta política es continuada con éxito por el presidente de la República de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, teniendo en cuenta los retos de la modernidad. Recordó las palabras del jefe de Estado de que el multiculturalismo es la política de Estado y la forma de vida en Azerbaiyán.
Se recordó que el VI Foro Mundial sobre el Diálogo Intercultural se celebró en Bakú en mayo de este año y se llamó la atención sobre el hecho de que este evento, que forma parte del «Proceso de Bakú», se considera una importante plataforma internacional para debatir el diálogo intercultural a escala mundial.
Se hizo hincapié en que en Azerbaiyán existen templos pertenecientes a diferentes religiones y creencias, que están bajo protección estatal y que se revisan o reconstruyen periódicamente.
También se señaló que hay un gran número de monumentos culturales-históricos y religiosos en los territorios de Azerbaiyán liberados de la ocupación, y se subrayó que estos monumentos fueron destruidos y saqueados por Armenia durante los 30 años de ocupación. Se señaló que todas las ciudades y pueblos de esos territorios fueron arrasados, incluidas 65 de las 67 mezquitas en funcionamiento.
Además, se facilitó información sobre el Programa de Gran Retorno que se está aplicando actualmente en Karabaj y Zangazur Oriental, y se subrayó que se han llevado a cabo importantes obras de restauración del patrimonio destruido.
Se llamó la atención sobre el hecho de que, a diferencia de Armenia, que aplicó una política agresiva contra el pueblo azerbaiyano durante la ocupación y destruyó el patrimonio histórico, cultural y religioso de nuestro pueblo, Azerbaiyán ha convertido la tolerancia y el respeto por otras religiones y culturas en una forma de vida.
En las reuniones se señaló la importancia de la cooperación entre los líderes religiosos y se expresó la esperanza de que las figuras religiosas no escatimarán su apoyo para que nuestro mundo avance con confianza hacia un futuro más verde.
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