Las minas colocadas en tierras azerbaiyanas por Armenia durante la ocupación convirtieron estos territorios en unos de los más contaminados por minas de la Tierra.
Todavía quedan artefactos explosivos sin detonar en esos territorios.
Armenia no sólo violó los derechos humanos al negarse a proporcionar mapas precisos de los campos de minas, sino que también retrasó el regreso de los antiguos desplazados internos a su patria ancestral.
Como consecuencia de la explosión de minas en los territorios liberados de la ocupación desde 2020 hasta hoy, el número de muertos y heridos asciende a unas 400 personas. Entre ellos hay desplazados internos que llevan 30 años esperando regresar a sus tierras ancestrales.
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