"Es lamentable que la ocupación militar contra Azerbaiyán y la limpieza étnica de la población azerbaiyano, así como las reivindicaciones territoriales aún vigentes de Armenia contra Azerbaiyán, sean completamente ignoradas en los documentos y la opinión mencionados.

La parte holandesa, que pasó por alto crímenes de guerra como la destrucción, el insulto y la apropiación del patrimonio cultural y religioso, así como la sustracción ilegal de bienes culturales de nuestro país por parte de Armenia durante la agresión militar contra Azerbaiyán y la ocupación de nuestras tierras, y en contra de la Convención de La Haya de 1954, no tiene ningún derecho moral a afirmar que Azerbaiyán supuestamente ha atacado los monumentos armenios basándose en la falsa propaganda de los armenios.

Además, la distorsión de los fines y objetivos de las medidas antiterroristas locales llevadas a cabo por Azerbaiyán en septiembre del año pasado en las opiniones expresadas por el ministro de Asuntos Exteriores es un claro ejemplo de doble rasero contra el país. Nos gustaría recordar una vez más que estas medidas tienen como objetivo eliminar las amenazas militares contra Azerbaiyán y acabar con la existencia de unidades militares ilegales.

Las personas mencionadas en las reclamaciones de la parte holandesa como “prisioneros de guerra” son personas acusadas de separatismo, de cometer asesinatos premeditados, torturas, actos de terror y otros crímenes contra la humanidad en el territorio de Azerbaiyán. Por supuesto, Azerbaiyán tiene tanto el derecho como la obligación internacional de llevar a estas personas ante la justicia en virtud del derecho internacional, incluidos los Convenios de Ginebra de 1949, la Convención Internacional contra el reclutamiento, la utilización, la financiación y el entrenamiento de mercenarios, y la legislación nacional. Por lo tanto, todas las opiniones expresadas contra Azerbaiyán en el asunto mencionado carecen de fundamento.

Hacemos un llamamiento a la parte holandesa para que abandone su posición unilateral, que va en contra de la paz en la región y crea tensión en las relaciones entre Azerbaiyán y Holanda”, añadió Hajizada.

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