La reunión se centró en la cooperación bilateral y multilateral entre Azerbaiyán y los Estados Unidos, así como la situación regional en el período posterior al conflicto y las perspectivas del proceso de normalización entre Azerbaiyán y Armenia.

En la reunión se valoró muy positivamente la cooperación azerbaiyano-estadounidense en el marco de los preparativos de la 29ª sesión de la Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29), que Azerbaiyán acogerá este año.

Se señaló que pese a los esfuerzos por crear una dinámica positiva en las relaciones bilaterales e identificar perspectivas de cooperación, las declaraciones tendenciosas de algunos funcionarios estadounidenses afectan negativamente a las relaciones bilaterales. En particular, se mencionaron las declaraciones antiazerbaiyanas de Isobel Coleman, administradora adjunta de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, pronunciadas por ella el 16 de septiembre en la Embajada de Armenia en los Estados Unidos, se subrayó que tales declaraciones constituyen una falta de respeto a la integridad territorial y la soberanía de Azerbaiyán y tienen por objeto distorsionar los hechos en relación con las medidas antiterroristas que ponen fin a la presencia ilegal de las fuerzas armadas armenias en los territorios soberanos de Azerbaiyán.

En el transcurso de la reunión se informó a la parte contraria sobre la situación en la región en el período posterior al conflicto, el proceso de normalización y la conclusión del acuerdo de paz entre Azerbaiyán y Armenia. Se mencionó que Azerbaiyán, como iniciador de los principales elementos del proceso de paz con Armenia, es parte interesada en el establecimiento de la paz y la estabilidad en la región. Se señaló la existencia de una amenaza de minas en la región y se consideró la posibilidad de cooperar en este sentido.

Se hizo hincapié en que, a pesar de los importantes avances en las negociaciones del tratado de paz, el obstáculo más grave para la firma de un acuerdo de paz definitivo es la Constitución de Armenia, así como la continuación de las reivindicaciones territoriales contra Azerbaiyán en una serie de documentos jurídicos y políticos de ese país. Además, se afirmó que la política de militarización de Armenia no sirve a la paz y la estabilidad de la región.

Las partes también intercambiaron puntos de vista sobre otras cuestiones bilaterales y regionales de interés común.

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