El embajador, que afirmó que Azerbaiyán supuestamente mantiene territorios armenios bajo ocupación y tiene intención de atacar, sabe muy bien que todo esto es un absurdo inventado por Francia para justificar su injerencia en la situación del Cáucaso Sur y la venta de armas a Armenia.

Así se afirma en la declaración de la Comunidad de Azerbaiyán Occidental.

La declaración también dice: “En cuanto a la perplejidad de Decottignies sobre el supuesto apoyo de las organizaciones internacionales al retorno de los armenios desplazados de la región de Karabaj en Azerbaiyán: La Comunidad, en primer lugar, condena la discriminación que Francia ha mostrado contra los azerbaiyanos expulsados de Armenia. Además, las «organizaciones internacionales» no son sólo el islamófobo y corrupto Parlamento Europeo. Las «organizaciones internacionales” son también la Organización de Cooperación Islámica y sus 57 países miembros, que en una reciente cumbre celebrada en Banjul decidieron por unanimidad la repatriación de los azerbaiyanos expulsados de Armenia.

La respuesta de Decottignies a la pregunta sobre el paradero de la embajadora Anne Boyon, llamada por París a consultas y luego reexpedida a Bakú, va más allá de toda norma diplomática, es de naturaleza limitada y revela un enfoque destructivo, el suyo propio y el de Francia.

En realidad, Francia apoya el radicalismo religioso y el revanchismo que se observan actualmente en Armenia, así como las actividades de la politizada Iglesia armenia y su "clero" contra la paz en la región. El deseo del embajador francés de ser "más armenio que los propios armenios", sus ataques inoportunos contra Azerbaiyán y sus intentos de presentarse como un "Talleyrand de la época" son lamentables.

La Comunidad de Azerbaiyán Occidental exige a Francia que abandone su política destructiva, que no agrave la situación y que no obstaculice el establecimiento de la paz en la región".

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