La carta dice: "Con motivo de su aniversario electoral, en nombre del pueblo de Azerbaiyán y en el mío propio, me complace expresarle mis más cordiales felicitaciones a usted y, a través de usted, a todos sus compañeros correligionarios.

Damos gran importancia al fortalecimiento de las relaciones entre Azerbaiyán y la Santa Sede. El diálogo genuino y la comprensión mutua que hemos cultivado a lo largo de los años contribuyen a preservar los valores universales y fomentar la solidaridad entre representantes de diversas religiones y culturas.

Le expreso mi gratitud por el alto valor que otorga a las tradiciones de multiculturalismo e inclusión de Azerbaiyán, y su papel en la promoción del entendimiento interreligioso e intercultural a nivel mundial.

Confío en que la atmósfera de cooperación ejemplar entre Azerbaiyán y la Santa Sede seguirá contribuyendo a la creación de un entorno de confianza mutua entre civilizaciones.

Le deseo buena salud, longevidad y éxito en su noble misión por el bien de sus propósitos sagrados".

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