Mirar fotos de buenos momentos con la familia o con los amigos provoca nostalgia, una emoción que, aunque agridulce, también es positiva. La nostalgia puede ayudar a reducir el dolor y, ahora, un equipo de científicos chinos ha desvelado el mecanismo cerebral que hay detrás de este alivio.
Su descripción se publica en la revista JNeurosci y, según los investigadores de la Academia de Ciencias de China, la nostalgia disminuye la actividad de las áreas cerebrales relacionadas con el dolor y reduce las valoraciones subjetivas del dolor térmico.
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