Río de Janeiro cancela el carnaval de calle ante el avance de ómicron

  06 Enero 2022    Leído: 482
Río de Janeiro cancela el carnaval de calle ante el avance de ómicron

Los desfiles en el Sambódromo siguen en pie, pero habrá controles. El 80% de la población está vacunada, pero tras meses de caídas los casos vuelven a subir.

La ciudad de Río de Janeiro no tendrá carnaval de calle por segundo año consecutivo. El alcalde, Eduardo Paes, lo anunció tras una reunión con representantes de los 'blocos', las comparsas callejeras, que desde hace días reclamaban una posición definitiva sobre la fiesta. Finalmente no ha habido manera. El aumento de casos provocado por la variante ómicron (que está empezando su andadura en Brasil) desaconseja pensar en aglomeraciones. Paes asumió que el carnaval de calle, por su propia naturaleza y por su aspecto democrático, "no permite hacer ningún tipo de control", por lo que no ve condiciones de que se pueda celebrar con los datos epidemiológicos que habrá dentro de unas semanas. El 'carnaval de rua' de Río reúne en pocos días a más de 450 blocos, algunos de los cuales llegan a arrastrar a varios millones de personas por las calles. La aglomeración es la esencia de la fiesta y el control es prácticamente imposible.

La fiesta exige una meticulosa preparación por parte de las autoridades para garantizar la seguridad y la limpieza. La decisión no podía tomarse en el último minuto, en parte porque muchos blocos ya iban a empezar a desfilar en enero, a pesar de que el carnaval oficial es del 25 de febrero al 1 de marzo. El pre-carnaval es otra fiesta en sí. La principal empresa patrocinadora, la cervecera Ambev, también exigía al ayuntamiento una postura clara y temía ver su imagen involucrada en una nueva crisis sanitaria. El alcalde ofreció una alternativa para intentar salvar los muebles y beneficiar a los músicos y artistas locales tras dos años muy difíciles. Se seleccionaría a algunos de los 'blocos' más tradicionales y se organizarían conciertos al aire libre en recintos vallados donde sí podría haber control de aforo, pasaporte de las vacunas, etc. Con entrada gratuita, eso sí. Los patrocinadores recibieron con buenos ojos la idea, pero los 'blocos', que ya estaban resignados a la cancelación, la rechazaron de plano por considerar que acaba con la esencia del carnaval de calle, de natural espontáneo, anárquico e irreverente. O se hace bien o no se hace.

A pesar de la cancelación del carnaval de calle, la principal postal internacional del carnaval carioca sigue en pie. Los desfiles de las escuelas de samba en el Sambódromo, con sus enormes carrozas y sus espectaculares disfraces, no se han cancelado. De hecho, las escuelas de samba siguen con sus ensayos a todo vapor. Las autoridades confían en que puedan celebrarse porque allí sí es más factible hacer controles. Por el Sambódromo pasan cada noche más de 70.000 espectadores, pero todos pagan entrada y se sientan en una grada. Se está pensando en un sistema para exigir comprobante de vacunas y test negativo de covid-19. También afectaría a los miles de componentes que desfilan con cada escuela. El alcalde hizo un símil con el fútbol para defender que se pueda 'salvar' el Sambódromo: "Si hay un partido del Flamengo en el Maracaná puede haber un desfile de Portela y de todas las escuelas de samba en el estadio de la samba, que es la avenida Marqués de Sapucaí (el Sambódromo)", comentó.

Río no es la primera ciudad brasileña en cancelar el carnaval. La otra gran capital de la fiesta, Salvador, ya renunció a los festejos de Momo. Los principales blocos de Recife y Olinda tampoco van a desfilar, a falta de una decisión definitiva de las autoridades. En São Paulo, que a día de hoy organiza el mayor carnaval del país, el ayuntamiento aún no ha dicho la última palabra, pero todo indica que seguirá los pasos de Río.

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