Es interesante que a día de hoy Rusia no mantiene unas conversaciones normales ni con EE UU, ni con Francia. Entre los tres copresidentes del Grupo de Minsk está prácticamente en curso “una guerra fría”. La negativa de emprender una visita a Shushá es el único asunto al respecto de lo cual llegaron a un acuerdo. Ahora bien, ¿cuál es el propósito? La única variante que viene a la cabeza es “No ofender a Armenia”.
Sin embargo, surge una pregunta muy seria: ¿Por qué la visita de los embajadores a Shushá debería “ofender” a Armenia? ¿Acaso es Shushá un territorio en disputa?
La cosa es que para un segmento determinado de Armenia sí: en los medios de comunicación armenios Shushá por mucho que pareciera insensato se muestra un territorio “ocupado”. Si los embajadores de los países copresidentes del Grupo de Minsk se niegan de viajar a Shushá, ¡¿es esto significa que ellos conciben en serio esta tésis ideológica imaginaria en la prensa armenia?!
Es una cuestión en litigio y todos los tres países deben aclarar la razón de la negativa de sus embajadores en una forma que satisfaga a Bakú. Por contrario, será imposible evitar la continuación de las incomprensiones y los problemas en la cooperación en el formato regional.
Actualmente, existe una seria disimilitud entre la actitud de Bakú y Ereván hacia el Grupo de Minsk. Azerbaiyán opina que el Grupo de Minsk podría intermediar la firma del acuerdo de la paz con Armenia. Los armenios, por el contrario, quieren que la discusión del “estatus de Karabaj” continúe en el marco del Grupo de Minsk. Bakú rechaza categóricamente este enfoque. El propio Grupo de Minsk se encuentra en un vacío existencial: No puede decidir a qué dedicarse. Su indecisión recuerda mucho a sus 25 años de inactividad.
En un momento como este, los copresidentes del Grupo de Minsk cometieron un error muy grave al no aceptar la invitación para visitar la ciudad de Shusha. Demostraron que tienen una postura sesgada, que el enfoque de Armenia para definir una posible misión futura es más simpático para ellos. Esta es la repetición del error de 25 años.
Tal paso de los copresidentes del Grupo de Minsk permite a Bakú que exprese su desconfianza hacia el formato con notas más altas. Durante los años la misión del Grupo de Minsk consistía en equilibrar los intereses regionales de los 3 centros de poder para arreglar el conflicto de Karabaj. El conflicto ya se ha resuelto y esta misión se ha eliminado automáticamente. Ahora hay que solucionar los “problemas de la documentación” del período posconflicto. Esto requiere más el enfoque técnico y logístico, y esto no le conviene a la misión del Grupo de Minsk.
A finales de mayo la visita del representante 3+1 de la Unión Europea a la región y los temas discutidos fueron bastante interesantes. Se dio a conocer que era más apropiado sustituir la fórmula "tres copresidentes del Grupo de Minsk + el Representante Especial del Presidente en ejercicio de la OSCE" por el formato "Ministros de Relaciones Exteriores de los tres países de la UE + mandato del Alto Representante" por el trabajo que tenemos por delante.
Este formato surgió como resultado de la reunión informal de los ministros de Relaciones Exteriores de la UE celebrada en la ciudad de Lisboa a iniciativa de Rumanía en mayo. Claro que no es ninguna coincidencia que la iniciativa provenga de Rumanía y que el grupo también incluya a los ministros de Relaciones Exteriores de Austria y Lituania. Estas "Troika de Lisboa" son estados sin intereses geopolíticos en la región, que representan solo un centro de poder: la Unión Europea, en la que los tres países de la región están buscando una asociación estratégica. Están libres del peso de la misión de "equilibrar los intereses geopolíticos" del grupo Misk. Por lo tanto, existe una mayor posibilidad de una mediación exitosa en la discusión de temas serios e importantes.
Puede ser un formato actualizado de acuerdo con las nuevas realidades. El Grupo de Minsk de la OSCE consistía en una institución del período del conflicto. Era como si tuviera paciente cardiaco y llamaron a un cardiólogo para que lo tratara. Ahora el mismo paciente se ha recuperado, pero todavía le duele la cabeza. Es necesario un nuevo enfoque, debe traer un neurólogo. Durante el último período, el Grupo de Minsk ha demostrado que no tiene la flexibilidad suficiente para adaptarse a la nueva realidad y la nueva especialización. Además, la misión es diferente.
Después de la formación de un nuevo gobierno en Armenia, será el momento de implementar los procedimientos del período posterior al conflicto. En primer lugar, se deben demarcar las fronteras y firmar un acuerdo de paz. El Grupo de Minsk, como ha demostrado, no es adecuado para este trabajo. Por lo tanto, la "Troika de Minsk" debe ser reemplazada gradualmente por la convencional "Troika de Lisboa" o algún otro formato similar. Hablar de cuestiones sin sentido y poco realistas como el "estado de Karabaj", por el contrario, confunde un poco el proceso.
Como ha destacado el presidente de Azerbaiyán, "si no hay un acuerdo de paz, no existe paz". El Grupo de Minsk devuelve a la región al período de conflicto, manteniendo la cuestión del "estatus de Karabaj" relevante. Azerbaiyán está trabajando con el fin de llevar a la región a un período posterior al conflicto. Por tanto, es hora de desmantelar este formato, que nos hace retroceder.
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