La prensa armenia prefiere quedarse callada ante esta pregunta de importancia. La razón no solo consiste en la falta en ese país del centro analítico y el servicio social normales y corrientes. Optan por hacer la vista gorda ante esta pregunta, puesto que la respuesta pone de manifiesto una realidad desagradable.

El fenómeno del “triunfador perdedor” se puede explicarlo por dos principales factores:

1) Esto es un movimiento brusco inesperado de los armenios contra Rusia. Los votos que obtuvo Pashinián no fueron solo la elección de sus partidarios, sino también de los que se oponen a Rusia y desean alejarse del vector norte del país. Dirigieron sus votos a Pashinián como polo opuesto a Kocharián, que tiene la imagen estereotipada de “hombre de Rusia”, “amigo de Putin”.

Se puede considerarla ingratitud armenia tradicional y Rusia no debe sorprenderse en absoluto por haberla enfrentado. Los armenios , en lugar de agradecer a Rusia por su mediación en poner fin a la guerra, optan por odiarla por no haber combatido por ellos. Y este odio se refleja en los votos dados a Pashinián quien volvió al país hacia Occidente. La visita de Pashinián a Francia en vísperas de las elecciones fue un mensaje claro de su futura orientación geopolítica. Y este mensaje “funcionó”.

2) La gran victoria de Pashinián muestra que los armenios no consideran a Karabaj como su propio territorio y no lamentan la pérdida de las tierras ocupadas. De lo contrario, un político que su país derrotó durante una guerra de 44 días nunca habría recibido tantos votos. Se observó que el establecimiento de una vida normal para la sociedad armenia es más importante que el regreso de Karabaj. De otra manera, se confiaba en Kocharián, quien prometió venganza, al menos en parte.

Ahora, la pregunta principal es ¿cómo utilizará este préstamo político Nikol Vovayevich Pashinián, que se encontraba en una situación difícil después de la guerra? Puede generar una nueva oportunidad para que su país se reagrupe y se desarrolle tomando el camino de construir buenas relaciones con Azerbaiyán. Si no, la verdadera derrota aún está por venir... 

Vusal Mammadov

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