Así lo dijo el jurista israelí, especialista de derecho internacional y la política internacional Mijail Finkel, al comentar la declaración del vicepresidente de la Cuartel armenia, Jachatrián, respecto a que Armenia en el transcurso de la guerra usó contra Azerbaiyán los sistemas operativo-tácticos "Iskandar" adquiridos de Rusia, sin informar a este respecto a la parte rusa.
Según sus palabras, Armenia se comporta no como un país responsable de sus acciones, sino como una organización terrorista.
Según el experto, el vendedor de arma siempre debe saber a quién la vende y contra quién será dirigida.
"Existe responsabilidad tanto del dependiente, como del comprador", dice Finkel.
A su juicio, el uso del arma rusa y los sistemas operativo-tácticos "Iskandar" contra Azerbaiyán-el aliado de la Federación de Rusia-no es de interés de la Federación de Rusia y la Administración de Presidente Vladímir Putin.
"Sin duda alguna, la Federación de Rusia es el jugador más importante en el espacio postsoviético, un país gigante. Rusia, en particular, la Administración del Presidente Vladímir Putin, está interesada en las relaciones amistosas, buenas y cálidas con Azerbaiyán. A Rusia y Azerbaiyán los unen el enorme negocio energético en los sectores de gas y petróleo, los numerosos proyectos de inversión, los proyectos sobre la venta del arma rusa a Azerbaiyán, los proyectos conjuntos sobre la lucha contra el terror internacional. Y hacer una faena a la Federación de Rusia como lo hizo Jachatrián, es muy incorrecto. Puesto que Rusia está interesada en la paz, que debe ser, en particular, en el Cáucaso Meridional", hizo hincapié Finkel.
Según él, el comportamiento irresponsable de Armenia resultará un objeto de debates de alto nivel en el Kremlin.
"Las palabras de Pashinián de que "Armenia no se ve obligada a acordar sus acciones con Moscú", contradicen, además, al derecho internacional, y el acuerdo entre el país-productor, vendedor del arma y el comprador.
Contradicen, entre otros, a la lógica de las cosas, ya que hoy en día Armenia como un país será incapaz de vivir sin el apoyo, el auspicio y la asistencia de la Federación de Rusia. Y comportarse como si Armenia fuera un estado independiente, que no depende de Rusia, es simplemente ridículo", añadió el experta.
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