El primer ministro británico, Boris Johnson, pidió el martes la “liberación inmediata” del periodista bielorruso Roman Protasevich, detenido tras el desvío de un avión a Minsk, y se declaró alarmado por el vídeo del opositor difundido por las autoridades de Bielorrusia.
“El vídeo de Roman Protasevich es profundamente angustiante. Como periodista y apasionado defensor de la libertad de expresión, pido su liberación inmediata”, tuiteó Johnson, advirtiendo que las acciones de las autoridades bielorrusas tendrán “consecuencias”.
Protasevich, de 26 años, ex redactor jefe del influyente medio opositor bielorruso Nexta, fue detenido junto a su novia el domingo por la tarde después de que el avión en que viajaban de Grecia a Lituania realizara un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Minsk tras una alerta de bomba que resultó ser falsa.
En un video difundido por la televisión pública bielorrusa el lunes por la noche, el periodista, que apareció cansado y agitado, afirmó estar colaborando con las autoridades y confesó “la organización de manifestaciones masivas”.
Las imágenes generaron fuertes suspicacias en las redes sociales, donde los usuarios alertaron que esas palabras podría haberlas pronunciado contra su voluntad.
Junto con su cofundador Stepan Putilo, Protasevich dirigía hasta hace poco los canales de telegramas Nexta, que ayudaron a movilizar a los manifestantes durante las manifestaciones que se apoderaron de la ex-soviética Bielorrusia durante meses, tras las polémicas elecciones del pasado mes de agosto, en las que Lukashenko se proclamó ganador pese al desconocimiento de la oposición y de gran parte de la comunidad internacional.
En estos meses los manifestantes salieron a las calles para exigir la dimisión de Lukashenko, que ha gobernado Bielorrusia durante más de dos décadas y es considerado “el último dictador” de Europa.
El año pasado, el periodista de 26 años y Putilo, que huyeron a Europa, fueron incluidos en la lista bielorrusa de “individuos involucrados en actividades terroristas”. En Minsk se les acusa de provocar disturbios masivos, un delito castigado con hasta 15 años de cárcel. Por ese motivo, Protasevich se encontraba exiliado.
Protasevich podría ser condenado a 15 años de cárcel.
La Unión Europea (UE) y Estados Unidos también exigieron su inmediata liberación, al igual que la oposición bielorrusa en el exilio, que acusa al KGB de haber detenido a Protasevich en el marco de una operación especial. Rusia, aliado de Minsk, defendió la actuación de las autoridades bielorrusas y, con respecto a la detención del opositor, la ha considerado un asunto interno.
infobae
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