"Si lo comparamos con el azúcar refinado, el índice glucémico del pan es de 80, mientras que el del azúcar es solo de 65. Resulta que el pan es mucho más perjudicial que el azúcar. Nos mata, destruye nuestro páncreas", explicó Kovalkov.
En su canal de YouTube, el nutricionista señala que si bien el pan es un alimento con alto contenido de carbohidratos, después de consumir un trozo se necesita hacer ejercicio en el gimnasio durante una hora para gastar el exceso de energía que el cuerpo obtiene al consumirlo.
A finales de marzo, en una entrevista con la versión rusa de Sputnik, la nutricionista María Chernyaeva recomendó dejar de consumir el pan recién horneado para evitar enfermedades en el tracto gastrointestinal ya que provoca mayor acidez que el pan que no es fresco.
Sugirió que al menos se deben esperar unas ocho horas después de horneado e incluso mejor si el pan es del día anterior para evitar una gastritis o una úlcera péptica.
Etiquetas: