El nuevo Gobierno en funciones de Brasil, liderado por el presidente interino Michel Temer, ha anunciado la sustitución del presidente de la petrolera estatal Petrobras, sumergida en graves problemas financieros y aún en recuperación del mayor escándalo de corrupción del país, que desvió de sus cuentas cerca de 6.100 millones de reales (aproximadamente 1.700 millones de dólares).
El elegido para sustituir a Aldemir Bendine, que tomó posesión en febrero de 2015, es el ingeniero Pedro Parente, exministro de la Casa Civil y Planificación en el Gobierno de Fernando Henrique Cardoso (1995-2002). Según la prensa brasileña, Parente está considerado un buen articulador político próximo a la actual base del Gobierno y un “especialista en crisis”. El ingeniero coordinó el plan de emergencia del Gobierno en 2001 durante el llamado “apagón”, un periodo de racionamiento energético que afectó todo el país. Actualmente, ocupa la presidencia del Consejo de Administración de la Bolsa brasileña, BM&F Bovespa.
Parente también fue consultor del Fondo Monetario Internacional, trabajó en el Banco de Brasil y el Banco Central y coordinó la transición del Gobierno de Cardoso cuando Luiz Inácio Lula da Silva fue elegido en 2002.
El ejecutivo hereda una compañía con serios problemas económicos. Petrobras cerró el ejercicio de 2015 con pérdidas históricas de 34.800 millones de dólares y es la segunda compañía de capital abierto más endeudada de América Latina, detrás de General Electric, según la consultora Economatica.
La recomendación de Parente viene del nuevo ministro de Hacienda, Henrique Meirelles, hombre en el que Temer ha depositado la tarea de reanimar la economía del país. La sustitución, sin embargo, debe ser respaldada por el Consejo de Administración de la compañía. Por tratarse de una empresa de capital abierto, el nuevo Ejecutivo tiene que ser elegido por el Consejo y comunicado al mercado.
En sus primeras declaraciones tras la nominación, Parente afirmó que no habrá "indicaciones políticas" en la compañía. La promesa pretende romper con las alianzas partidarias dentro de la empresa. La distribución de altos cargos en Petrobras por parte de los partidos políticos fue clave para que la trama corrupta se enraizase. "La relación del Gobierno con Petrobras es de accionista-controlador. Por tanto, su principal interés es el éxito de la empresa. Así lo ve el presidente Temer. Así también lo veo yo y es así que vamos a trabajar. Tendremos una visión absolutamente profesional, dirigida a los intreses de la empresa y de los accionistas", dijo Parente.
El nombramiento ha sido bien recibido por los empresarios. La Federación de Industrias de Río de Janeiro afirmó que la confirmación de Parente es “un paso decisivo para la recuperación de la más icónica compañía brasileña”, que responde por más de 400.000 empleos. “Su rescate es un paso esencial para la reafirmación de la credibilidad internacional de Brasil”, afirma el comunicado que exalta “los atributos éticos del candidato”. El sector financiero también se ha aplaudido la iniciativa. “Parente actuó muy bien durante su etapa en el Gobierno, así como en la iniciativa privada. Es buena señal también que se mantenga, como parece, al director financiero de la compañía [Ivan Monteiro], que viene del Banco Central y está haciendo un gran trabajo con las cuentas de la compañía”, explica Flavio Conde de la consultora financiera WhatsCall.
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