Francia estudia una nueva variante de coronavirus detectada en Bretaña. De esta se está investigando su grado de trasmisión y si provoca efectos más graves en los afectados. «Se detectó como parte de un grupo en el centro hospitalario de Lannion, en Côtes-d'Armor», explicó la Dirección General de Sanidad francesa. Lo más llamativo es que, según publica el diario francés 'Le Parisien', la nueva variante no se puede detectar a través de PCR.
La nueva cepa fue secuenciada a partir de un foco aparecido en el hospital de Lannion, en el noroeste del país, con 79 casos, de los cuales 8 tenían esta nueva variante, según indicó el departamento de sanidad galo en un comunicado. Sin embargo, las autoridades sanitarias también han querido tranquilizar a la población.
Los primeros análisis de esta nueva variante no permiten concluir «ni una mayor severidad ni una mayor transmisibilidad en comparación con las conocidas hasta ahora». La DGS anunció que «se están realizando investigaciones en profundidad con el fin de comprender mejor esta variante y su impacto».
Este descubrimiento ya ha sido comunicado a autoridades sanitarias internacionales, pero, de momento, no se considera tan preocupante como las variantes de «origen inglés, brasileño o sudafricano». Su particularidad sería la dificultad para detectarla. La DGS asegura que las personas infectadas con esta cepa «presentaban síntomas típicos que sugerían una infección por SARS-CoV-2, pero un resultado negativo de la prueba de PCR en muestras nasofaríngeas. El diagnóstico podría hacerse mediante serología o realizando RT-PCR en muestras respiratorias profundas».
Por su parte, el ministro de Salud francés, Olivier Véran, recalcó en que el análisis inicial no muestra que la variante sea más grave o se transmita más fácilmente que otras.
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