La nueva variante se identificó por primera vez en muestras recolectadas en Nueva York en noviembre y fue descrita en una investigación publicada el 15 de febrero por científicos del Instituto de Tecnología de California (Caltech) que aún no ha sido revisado por expertos externos.
A mediados de este mes, la variante representaba aproximadamente una de cada cuatro secuencias víricas que aparecían en una base de datos compartida por los científicos, informó The New York Times. Los investigadores de Caltech descubrieron el aumento de la B.1.526 mientras estaban buscando mutaciones en cientos de miles de secuencias genéticas virales en una base de datos llamada GISAID.
Anthony West, biólogo computacional de Caltech, y sus colegas descubrieron dos versiones del coronavirus cuya frecuencia iba en aumento: una con la mutación E484K observada en Sudáfrica y Brasil, que se cree que ayuda al virus a debilitar la eficacia de las vacunas, y otra con una mutación llamada S477N, que puede afectar a la fuerza con que el virus se une a las células humanas.
Los investigadores de Columbia, a su vez, indicaron que un análisis de bases de datos disponibles no mostró una alta prevalencia de las variantes de coronavirus de Sudáfrica y Brasil en muestras de casos de Nueva York. "En cambio, encontramos un alto número de este linaje de origen local", dijo, citada por Reuters, Anne-Catrin Uhlemann, profesora asistente en la división de enfermedades infecciosas del Colegio de Médicos y Cirujanos de la Universidad de Columbia.
Los científicos buscaron genomas de muestras de pacientes intentando encontrar mutaciones asociadas con variantes del Reino Unido, Sudáfrica y Brasil. Tras analizar 1.142 muestras de pacientes de su centro médico descubrieron que el 12 % de las personascon el coronavirus se habían infectado con la variante que contiene la mutación E484K. El equipo también identificó seis casos de la variante británica, dos infecciones con la de Brasil y un caso de la variante sudafricana.
"Los pacientes con esta nueva variante procedían de diversos barrios del área metropolitana, eran en promedio mayores y estaban hospitalizados con mayor frecuencia", escribieron los investigadores en un estudio que aún no ha sido evaluado por pares.
Uno de los coautores del estudio, David Ho, director del Centro de Investigación del Sida Aaron Diamond de la Universidad de Columbia, afirmó haber alertado de sus hallazgos a las autoridades del estado, así como a los Centros de Control y Prevención de Enfermedades del país.
La mutación E484K ha aparecido de forma independiente en muchas partes del mundo, lo que indica que ofrece al virus una ventaja significativa, recoge The New York Times. Varios estudios han demostrado ahora que las variantes que contienen esta mutación son menos susceptibles a las vacunas que la forma original del virus.
Michel Nussenzweig, inmunólogo de la Universidad Rockefeller, explicó al diario que la mutación interfiere en la actividad de una clase de anticuerpos que producen casi todas las personas, pero cree que de todas maneras "es muy probable que aquellos que se han recuperado del coronavirus o que se han vacunado sean capaces de combatir esta variante".
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