El abogado principal, Eduardo León, dijo que su detención tenía móviles políticos y buscaba esconder la corrupción del gobierno. Días atrás, el mismo abogado instó a su defendida a presentar de una vez las pruebas de la existencia del niño y de la supuesta vinculación de altas autoridades con la trama por la que Zapata está investigada, que es la de tráfico de influencias para favorecer a varias empresas chinas que han obtenido contratos con el Estado.
Carlos Valverde, el periodista que informó por primera vez de la existencia del niño, del que había conseguido el acta de nacimiento, reculó y acaba de afirmar que en realidad el niño nunca existió. Aparentemente el certificado de nacimiento fue tramitado por Zapata sobre la base de una falsificación del documento de la clínica de maternidad.
El certificado de nacimiento fue tramitado por Zapata sobre la base de una falsificación del documento de la clínica de maternidad
Con este certificado, la mujer, que entonces tenía 20 años, consiguió un reconocimiento de paternidad de Morales y ayuda monetaria de la parte de este. Se concluye entonces que Zapata engañó al presidente aprovechándose de que este no hubiera hecho el intento de ver a su hijo. Posteriormente, según los defensores de Morales, le dijo que el niño había fallecido. Esto fue lo que el político boliviano comunicó públicamente poco después de que el periodista Valverde destapara el caso.
El cariz que adquieren los acontecimientos favorece ampliamente al gobierno, pues indica que Evo Morales no mintió y que Zapata actuó por su cuenta y para engañarlo, lo que lo libra de las sospechas de complicidad con la atractiva mujer y su presunto esquema delictivo, sospechas que aparecieron cuando se supo que ella era la gerente comercial de la empresa china CAMC y lobista de otras de la misma nacional, pese a su corta edad, su falta de experiencia y teniendo un título universitario inventado como todo respaldo. En este momento, Zapata se halla en prisión y a la espera de un juicio.
Lo único que sigue causando ruido en la comprensión de este caso, además de la ligereza con que supuestamente Morales concedió su reconocimiento legal a un hijo achacado, es que varias autoridades del gobierno, entre ellas el vicepresidente Álvaro García Linera, aseguraran al principio del escándalo que Morales había conocido y “tenido en brazos” a su hijo. Sin embargo, no se ha encontrado documentos que indiquen el fallecimiento del mismo, por lo que lo más probable es que nunca haya sido real.
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