La mayoría de los fallecidos eran personas de la tercera edad, aunque también se registró la muerte de un escolar de 17 años quien falleció dos días después de ser vacunado. La autopsia del joven, sin embargo, no encontró ninguna conexión con la vacunación.

La Agencia para el Control y la Prevención de Enfermedades de Corea del Sur aseguró que no existe ningún vínculo directo entre las muertes y las vacunas. La jefa del ente, Jeong Eun-kyeong afirmó que se lleva a cabo una investigación para averiguar la causa exacta de las muertes.

El ministro de Salud y Bienestar Social, Park Neung Hoo, declaró a su vez que el programa estatal de vacunación gratuita contra la gripe estacional continuará.

Según Jeong Jaehun, profesor del departamento de medicina preventiva del Centro médico Gil de la Universidad de Gachon, la ciencia descarta los efectos secundarios de la vacuna como causa de las muertes. 

El experto recordó que las vacunas contra la gripe se han utilizado durante más de 60 años y sus posibles efectos secundarios han sido bien estudiados. Hace 20-30 años surgió un problema similar en EEUU, cuando se reportaron muertes después de la vacunación, y para aclarar esa situación se creó una base de datos especial Vaccine Safety Datalink que se empezó a llenar sistemáticamente, de modo que todos los efectos secundarios están bien estudiados. 

"Si fuera por algún efecto secundario grave, sería bastante fácil entender la causa de la muerte. Pero la gente está muriendo por causas naturales porque la gente se vacuna contra la gripe a una edad avanzada. Nuestras vidas, por desgracia, no son eternas, y las personas mayores a menudo mueren", comentó Jeong Jaehun a Sputnik.
De acuerdo con el analista, si se registran todos estos casos, se llegará a la tasa de mortalidad promedio entre aquel 80% de los ancianos que se vacunaron.

La gente está asustada porque la pandemia de COVID-19 la hizo muy sensible a cualquier cosa relacionada con las infecciones, señaló el experto y añadió que los medios de comunicación echan más leña al fuego al reportar cada caso como una noticia urgente.

"Lo más preocupante de esta situación es que el temor a la vacuna contra la gripe, junto con las actitudes irracionales hacia la ciencia y el movimiento antivacunas, puede llevar a desconfiar de las vacunas en general", advirtió Jeong Jaehun. 
El analista consideró bastante probable que la vacunación contra COVID-19 sea obligatoria.

"Volver al mundo de antes de coronavirus no será fácil, pero una de las formas más efectivas es la vacuna contra COVID-19. Si no se crea, será imposible alcanzar el mismo nivel de crecimiento económico o de intercambio internacional de antes. Por lo tanto, es bastante probable que la vacuna contra COVID-19 sea obligatoria en todo el mundo", señaló.  

Al mismo tiempo, Jeong Jaehun admitió que "es posible entender a los que se preocupan por ello, porque una inyección puede poner en peligro sus vidas". Pero la salida de esta situación, según el experto, es continuar persuadiendo a la gente, apelando a los hechos.

Mientras tanto, la Asociación de Médicos de Corea del Sur pidió que se suspendiera la vacunación contra la gripe durante una semana para poder comprender las causas de lo ocurrido, aunque no existe un vínculo claro entre la vacunación preventiva y las muertes notificadas. Este período, según los médicos, es necesario para obtener pruebas médicas suficientes para afirmar que la vacunación es segura.

"Es necesario crear una atmósfera en la que la vacunación pueda llevarse a cabo de forma segura tanto para los pacientes como para el personal médico. La Agencia para el Control de Enfermedades afirma categóricamente que no hay problemas con la vacuna en sí, pero en esta posición del Gobierno hay un matiz de que haya problemas con el proceso de entrega, almacenamiento y el proceso de inyección", dijo el presidente de la Asociación Choi Dae-zip.

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